Cuando disciplinas como la arquitectura, la fotografía, la música, la danza, así como el amor por el arte contemporáneo se fusionan con la moda, surgen propuestas tan cautivadoras como Manifesto Reche. Las hermanas Sandra y Natalia Escudero buscan, desde su estudio madrileño, nuevas formas y proporciones para llevarlas al terreno textil desde una perspectiva más artística y menos efímera. Cada una de sus colecciones es un manifiesto con una carga conceptual perfectamente definida, que da lugar a piezas únicas a través del juego de superposiciones y del uso de diferentes tejidos y materiales, todos cortados desde un prisma muy arquitectónico. Su primera colección, Architectural Suburbs, la presentaron acompañada de una instalación artística, y para la segunda, Boundaires, recurrieron a una pieza de videoarte que suponía un reflejo de los límites arquitectónicos y las nuevas texturas.
Para nosotras, Manifesto Reche es una forma más de expresar nuestras inquietudes artísticas. Siempre estamos abiertas a nuevas propuestas e ideas y esto hace que surjan otros proyectos en diferentes ámbitos.
Al contrario, surgió de una forma natural. No fue un cambio de profesión, sino que compaginamos la marca con nuestro día a día. Las dos decidimos pluri-emplearnos, no hubo un “dejarlo todo”. Se vuelve necesario sacrificar tiempo libre, pero nos compensa a nivel personal. Además, tanto la arquitectura para el diseño como los conocimientos legales nos resultan especialmente útiles.
No. Fue un salto arriesgado pero creímos que teníamos nuestra idea para poder aportar y merecía la pena intentarlo.
Cortes arquitectónicos, superposiciones, el estudio de diferentes volúmenes y el desarrollo de un concepto para cada colección. Detrás de cada prenda hay un estudio estético que trabajamos en profundidad.
Nos compenetramos muy bien desde siempre, y somos lo suficientemente diferentes para que ambas podamos aportar de una forma constructiva. Normalmente, las parejas creativas tienen un proceso de aprendizaje de trabajo en equipo, en nuestro caso llevamos una vida juntas.
Admiramos la música y la disfrutamos en nuestra vida cotidiana. Es una fuente más de inspiración, por supuesto, pero a nivel de desarrollo personal quedó, por ahora al menos, en segundo plano.
Trabajamos mucho en los tejidos y texturas de las piezas. Nos encanta probar e investigar nuevos materiales y le dedicamos mucho tiempo porque creemos que es uno de los puntos más enriquecedores.
Atemporalidad, calidad y diseño.
Sí, somos muy exigentes y nos gusta estar presentes en todo el proceso. Además, solemos hacer piezas únicas, por lo que la producción local es una constante.
Nuestro proceso creativo no es algo rígido, dejamos que las ideas se desarrollen. Es un proceso artístico, por lo que las diferentes fases a veces se solapan o cambian de orden. Bocetos previos, búsqueda de tejidos, conceptos de prendas, etc.
Como ocurre con casi todas las disciplinas creativas, fuera de España están mucho más abiertos. Quizá, sí que hemos notado cierta progresión en el interés últimamente, pero nos falta mucho por recorrer.
Seguir avanzando, más proyectos, colaboraciones… Tenemos muchas ganas de explorar nuevas posibilidades.