Si hablamos de trabajos gratificantes, sin lugar a dudas es la enseñanza. Desde que empecé a dar clases de ilustración en BAU y en el London College of Contemporary Arts, he descubierto una profesión que me llena mucho. Pero si hablamos de trabajos que realmente me satisfagan y llenen interiormente, para mí no hay nada como encerrarme en el estudio a trabajar con las manos; el tiempo se hace tan corto.
Me encanta todo el proceso creativo, la sensación de empezar algo nuevo es muy bonita: investigar, leer, pensar, idear y, por supuesto, el desarrollo técnico. En la actualidad, a parte de dibujar, trabajo mucho con cerámica y bordado, y sin lugar a dudas, lo que más me apasiona en este momento es el modelado y la escultura cerámica, concretamente la porcelana, a la que intento dedicarle el mayor tiempo posible porque es un material apasionante, complejo, y muy técnico del que no paro de aprender cosas nuevas.