E igual de extraordinario como presenciar una tormenta de hielo sobre los archipiélagos caribeños, hemos visto cómo Berlin se inundaba de un sol radiante. Calls from Moscow nos presenta a cuatro inmigrantes cubanos que habitan en un apartamento que actúa a su vez como metáfora de su propio viaje. Y no podemos sino admirar su valentía al verlos orbitar como satélites extraviados en una galaxia desconocida. Y como dice su director, son sus llamadas por teléfono un gran gesto de resistencia. Y a lo que no podemos resistirnos es a celebrar con él su éxito y hablar con él sobre el efecto que ha tenido este bello alegato en forma de película. Este dardo preciso al corazón mismo de unos centros que subestiman sus periferias.