Se podrían decir muchas cosas de Lola Rodríguez y hacer un recorrido por su currículum profesional. Podríamos hablar de sus papeles en diferentes series de éxito, de su proyección internacional con su primer proyecto, Veneno. Podríamos resaltar cómo ha compaginado sus estudios de psicología con la actuación. Pero yo me voy a quedar con su carisma, que desbordaba desde el altavoz del teléfono. Alegría pura, probablemente el motivo por el cual es una de las caras visibles de la nueva campaña de Zalando, que celebra el primer aniversario de su sección de segunda mano.
Hace unos meses tuvimos la oportunidad de hablar contigo sobre tu faceta más activista. Ahora, estás protagonizando una nueva campaña para Zalando como celebración del primer aniversario de su sección de segunda mano. ¿Qué papel desempeña la segunda mano en tu vida?
Tuve mi primer contacto con la segunda mano cuando llegué a Madrid y vi todos esos escaparates con tantísima ropa.Vi que era mejor para el bolsillo y para el medioambiente. Además de golpe encontraba diseñadores y estilos que se iban de lo que estamos más acostumbradas, que van más allá de lo capitalista, por decirlo de alguna manera.
En esta nueva campaña se pone el optimismo por bandera. Incluso en el spot que subiste en tu perfil de Instagram podemos verte hacer lip synch de Say You’ll Be There, tema de las Spice Girls. No obstante, lo destacable son los looks que has escogido y que pueden comprarse en la web de Zalando desde el mes pasado. ¿Cuáles son las prendas imprescindibles en tu armario?
Me flipé un poco con el vídeo, ¿no? (risas). Las más imprescindibles para mí son las que me hagan sentir cómoda, segura y guapa. Me encanta el mundo jean, cualquier cosa vaquera para mí es lo más.
Recogiendo un poco esto. Me he acordado de la típica frase que nos decían de niñas de que para presumir hay que sufrir, que todo cuesta…
No, si ya... Para mí estar guapa es cuando te sientes bien. Cada uno tiene que encontrar su estilo y ver qué es lo que le empodera.
Vegana, defensora del consumo alimenticio de proximidad y defensora de la segunda mano en la moda. ¿Qué deberíamos cambiar en la sociedad para incentivar un estilo de vida ético y responsable?
Se tiene que empezar desde la educación en la escuela. Desde muy peque ya hay que tomar conciencia de la importancia de reciclar, reusar y reutilizar. También de la importancia de la ropa y valorarla, cuidarla. Hay que darle uso a aquello que ya tenemos. Donarla, regalar ropa a tus amigas, a tu familia, a tus vecinos, a las personas que no pueden acceder a las tiendas. También se puede dar a diseñadores para que las reutilicen para bolsos, vestidos, lo que quieran, pero que no tengan que buscar siempre lo nuevo.
Últimamente estás que no paras. Desde el lanzamiento de Veneno, no solo has participado en diversas campañas publicitarias, también hemos podido verte en la película Poliamor para principiantes, y ahora está pendiente de estrenarse la serie de Netflix Bienvenidos al Edén. ¿Esperabas algo así tras tu paso por Veneno? ¿Qué es lo que más te está gustando de toda esta nueva etapa de tu vida como actriz?
Pues la verdad, no me lo esperaba. No me esperaba todo esto, para mí es un regalo. Que te valoren como actriz es una pasada, y hace que sientas que te están valorando como nunca antes lo habían hecho. Como profesional, como actriz, como persona, me hace crecer a muchísimo más. Además de que llega un punto en el que dejo de verlo como un curro, se convierte en algo que disfruto. Me gusta mucho crear personajes, ver cómo crecen, qué hay detrás suyo, cómo es su psicología.
Suena muy interesante, la verdad. 
Claro, es lo que tiene haber estudiado psicología (risas). Ayuda mucho a ver qué es lo que les motiva a los personajes y entender un poco mejor de dónde vienen y cuál es su trasfondo.
Leí en una entrevista que querías que tus personajes siempre tuviesen ese algo que les permitiera fomentar cambios, que iniciasen conversaciones. ¿Cómo es tu personaje en esta nueva ficción?
No puedo hablar mucho de mi personaje, lo siento. Yo boquita cerrada. Pero, sí que puedo decir que me ha planteado dudas a mí misma que antes no tenía, y que espero que se las plantee a la sociedad cuando salga la serie. Cada voz es nueva y esas voces al final son las que más se necesitan ahora.
Actualmente resides en Madrid, pero eres canaria de nacimiento. Con este nuevo proyecto para Netflix pudiste trabajar en Lanzarote ¿Qué supuso para ti trabajar en las Islas?
Ha sido increíble poder llevar un proyecto tan grande como este a Canarias. Ya se habían rodado cosas en las Islas y siempre había tenido ese sueño: ay, ojalá trabajar desde el mar, rodar en la playa… Claro, para mí fue un sueño cumplido. Por ejemplo, estaba rodando una escena de acción, ¡y veía el mar! Estar conectada con la naturaleza, eso es tranquilidad, es paz y es energía. Ha sido muy importante para mí.
Siempre se ha puesto mucho énfasis en tu faceta de actriz, pero me gustaría saber si ha habido otras inquietudes artísticas en tu vida.
El arte es reinventarse y descubrirse a una misma. Lo he tenido muy claro desde que era una niña. He bailado, he cantado. Tocaba el violín, pero hace mucho que ya no. También la pintura… Todo esto me hace relajar la mente y lo veo como un tipo de meditación. Me lleva a otros mundos. Es cuestión de disfrutarlo y eso me llena de paz.
¿Qué te ayuda a equilibrar un estilo de vida tan aparentemente frenético?
Para mí es el estar conectada con la gente a la que quiero y con la naturaleza. Es tener tiempo para ver a mis seres queridos y tener tiempo para mí misma. Volver a Canarias, que me da esa paz y energía suficiente para recargar. También me ayuda saber separar qué es curro y qué es más personal.
¿Nos puedes contar en qué andas ahora o qué proyectos futuros ya tienes confirmados?
Es que no puedo decir nada tampoco. Pero no puedo decir nada porque directamente no tengo nada. Tampoco me preocupa, me lo tomo como una temporada para estar tranquila y tener momentos para mí y para disfrutar de la vida un poco, que no todo puede ser curro.
Bueno, pero es normal con lo que has hecho ya, ¡no has parado!
(Risas). Yo siempre digo que la vida siempre son subidas y bajadas y hay que aprender a gestionarlas. Ahora tengo tiempo para seguir creciendo y continuar formándome, que también es muy importante cuando te dedicas a esto. Y es que no tiene nada de malo