En 2009, en plena crisis económica, Cristina Fernández tuvo que cerrar su estudio de arquitectura. Pero no hay mal que por bien no venga, dicen. Su hija pequeña enfermó de la oreja, ella le hizo un gorro para taparla, y del éxito que tuvo, empezó a recibir encargos. De un hecho tan casual como la vida misma nace
Little Creative Factory, su marca de ropa infantil y que ahora se lanza a la moda femenina. Y no le va nada mal, pues su primera colección ya ha ganado el premio a la mejor en la 080 Barcelona Fashion. Conocemos a Cristina y su pasión, tenacidad, e imaginación.