Además de tener la inspiración de su madre y las prendas vintage, Adriana nos cuenta sobre la gran conexión que tiene con el océano habiendo crecido en la isla de Mallorca y visitando a su familia en la Bretaña francesa. El mar siempre le llamó la atención, y aún más las mareas –algo que se alejaba y acercaba, algo que recogía y dejaba tesoros marítimos en las orillas. Ahora rinde homenaje a ese fenómeno que la fascinaba y la convierte en prendas que, al contrario que las mareas, no vienen y van sino que han llegado para quedarse.