Empezó como bailarín pero su sueño siempre ha estado ligado a la música. Ahora, convertido también en actor –entre sus últimos éxitos, formar parte del instituto Las Encinas de la prestigiosa serie Élite–, se puede considerar que Leïti Sene está aprovechando al máximo su potencial como artista y entertainer –que, según dice, debe ser 360º y poder afrontar cualquier reto, ya sea en un escenario o en un plató.
Sin embargo, es la música lo que le mueve, emociona más, y a lo que quiere dedicar mayor parte de sus esfuerzos. Y está siendo así. Hoy estrenamos su último videoclip, Perc30, producido por Bad Cat y dirigido por Miguel Morillo, un viaje alucinatorio y acuático en el que el cantante describe su relación con las mujeres y el Percocet, una droga que sale de mezclar dos medicaciones, Oxycodone y Tylenol. A la vez evasivo y opresivo, vemos al artista y a una chica transportarse del sofá donde fuman porros en una habitación oscura hasta una pecera gigante donde se pierden. Tras publicar hace escasas semanas su última mixtape, Tatimu, Leïti demuestra que es uno de los creativos que más va a revolucionar el panorama musical del país.
Te dedicas a la música, al cine y a la danza. Pero, ¿cuál fue la primera disciplina que decidiste desarrollar? ¿Hay alguna en la que te sientas más cómodo, o te sirven todas por igual, pero para expresarte de maneras diferentes?
Empecé desarrollándome con la danza, fue algo muy orgánico para mí. Realmente pensaba que iba a ser bailarín hasta que, de repente, se me propuso un papel en una serie porque daba el perfil, así que entré directamente y me puse a prepararme para la interpretación, por eso digo que nunca me sentí actor. Y lo de la música vino a nivel paralelo con lo del cine, pero sí que era queriendo y para mí era un poco un sueño, el paso de la danza a la música. Con la música dejé la danza, y la música es en lo que más centrado estoy ahora mismo.
Si lo entiendo bien, no hay ni actores ni músicos en tu entorno familiar, y además, eres de formación autodidacta, lo cual demuestra tu talento y, sobre todo, esfuerzo y tenacidad. Ya que no has pasado por una educación formal o tradicional, ¿cuáles han sido o cómo has hecho esos pasos que te han ayudado a crecer como actor y músico en tu día a día desde que empezaste?
Yo creo que mi gran maestra ha sido la intuición. Desde pequeño era muy travieso y siempre he tenido muy claro lo que tenía que hacer y creo que eso forma parte de mi carisma. Así que, poco a poco, desarrollando mis sensibilidades, me di cuenta de que no estaba hecho para lo que el colegio me decía. Fue entonces cuando me acerqué al mundo de la danza y empecé a desarrollarme a nivel emocional, personal y profesional. Al final, me desarrollé de tantas maneras que lo que hice fue crecer a pasos avanzados y entender muy bien cuáles son los hilos que atan el éxito y el fracaso entre el esfuerzo y la técnica.
La técnica implica estudiar pero también hay una parte más intuitiva, inconsciente y constante, y el incluir todo lo que está pasando en tu vida en eso. Yo, por ejemplo, cuando bailaba, salía del cole y me encerraba en mi habitación delante del espejo y no paraba. Y con la música, cuando pude, cogí a dos de mis colegas y los encerraba cada noche a grabar temas. Con lo de actor, en cambio, creo que para mí es estar super concentrado en el momento que toca y usar los skills que los profesionales me han dicho que tengo. Por lo tanto, creo que para mí el gran maestro ha sido eso: confiar y saber que cuando estás tranquilo y viviendo el presente, todo fluye y la vida te va enseñando dínde tienes que estar en cada momento.
Actualmente está centrado, sobre todo, en la música, el cine y la tele. ¿Podrías describirnos las diferencias y los parecidos que comparten estar frente a un público y frente a una cámara, sobre un escenario o en un plató?
La música es donde estoy más centrado actualmente y es el ámbito que más tiempo me quita –también porque es donde tengo más curiosidad. El hecho de currar con mis colegas hace que, aparte de ser un sueño, se convierta en cero curro. Al final, el cine para mí es una oportunidad para conseguir dinero, conocer gente y explorar el campo audiovisual, aunque en realidad a largo plazo mi propósito es con la música –siempre alternando con los demás ámbitos, pues creo que el entertainer del futuro tiene que ser multidisciplinario.
Al final, la sensación de estar en el escenario, frente a una cámara o con un micrófono es la misma: tener muy claro lo que quieres decir, lo suficiente para que sea creíble, y que al final cree y transmita una sensación. Cuanto más seguro de ti mismo estés, más posibilidades tienes de que todo haga click y conectes con la gente. Aunque suene muy espiritual, al final todo es concentrase y confiar en lo que uno ha hecho y luego disfrutar y dejar que todo fluya.
Hablemos de música. Hace unas semanas lanzabas la mixtape Tatimu, un título que nos transporta a la época de MSN Messenger. Con otros títulos como Gumet Rosa o Mmm Tkm, parece una vuelta a la adolescencia más inocente. Con el mixtape, viene el vídeo que estrenas hoy, el de Perc30. ¿Cuán puntilloso eres con los videoclips?
La verdad es que soy bastante perfeccionista y no hay nada que no supervise. He cancelado videoclips un día antes porque no me gusta lo que se ha presentado, es una manía que tengo, pero al final creo que todo lo que saco es una extensión de mi creación y, por lo tanto, tiene que ser bonita, completa y tener un sentido.
El año pasado publicaste el EP Joël, así como singles como BCN Par MAD o Mmm Tkm. Era la primera vez que te lanzabas en solitario si no me equivoco. ¿Qué ha supuesto para ti personal y profesionalmente ese lanzamiento?
Al final, yo había estado trabajando profesionalmente con mi primo en el dúo Sam&Sen, y me decidí a lanzar en solitario porque tuve esa necesidad. Por eso lancé Joël, donde quise incluir dos personas que respetaba en la escena de Barcelona, que en ese momento era muy efervescente y que ahora mismo podemos ver es de las más fuertes de España. Tenía muy claro que quería colaborar con alguien de la nueva escuela y que fuera mujer – Aleesha– y con alguien de la vieja escuela y que representa muchísimo aquí –Cecilio G.
Como nos cuentas, empezaste con Sam&Sen, un proyecto junto a tu primo Sam. Con él sacaste un EP en 2017, Soulfulness. ¿Cómo os lanzasteis a sacar este proyecto en común? ¿Cómo es eso de trabajar con un familiar?
Trabajar con mi primo fue un sueño, fue empezar con coñas y acabar viendo que teníamos un flow bastante guay y que podíamos seguir para delante. Entonces empezamos a currar con diferentes productores y nuestro sonido mejoró muchísimo hasta el punto de pensar que nos lo podríamos tomar semi-profesionalmente y empezamos a colgar canciones durante tres años y juntándolas en mixtapes y dándole sentido. Para mí, esa música era muy especial porque era la primera mezcla que había en ingles y en catalán de la new wave que venía de Estados Unidos de lo que era el trap sin ese punto tan violento. Es un proyecto que no ha muerto, simplemente estamos trabajando cada uno en nosotros mismo para volver a juntarnos más adelante y ser aún mejor.
Y de la música, a la pantalla. Tras pasar por varias series de televisión, ahora eres Malick en la reconocidísima serie Élite, cuya cuarta temporada salió hace nada para llevar mejor el confinamiento. Es un gran paso para tu carrera como actor. Cuéntanos cómo afrontas y te preparas para una serie de éxito a cómo te formas para una serie que justo acaba de empezar, como Benvinguts a la familia.
La verdad, para mí lo del cine han sido oportunidades externas a las que, a pesar de no estar preparado a nivel de interpretación, me he lanzado y he confiado en los directores. Podríamos decir que han sido clases pagadas y meses duros de trabajo que para mí. Al final, también han sido intensivos de interpretación. La primera temporada de Benvinguts a la familia lo sufrí más, la segunda ya estaba más suelto, y en Élite se ve el resultado de todo esto. El hecho de que Benvinguts a la familia sea comedia también lo hacía más difícil, y que Élite sea drama ha simplificado las cosas y he podido descubrir otra parte de mí.Todo esto lo relaciono más con la exposición y tener contactos en la industria audiovisual y conocer más este mundo, porque como he dicho, creo en estos tipos de entertainers que son 360º.
Estás creciendo mucho en el mundo de la interpretación y en el musical, pero, aunque dé un poco de sensación de vértigo, ¿qué planes tienes para el futuro? ¿Algún secreto que nos puedas desvelar de tus próximos proyectos?
Entiendo que pueda parecer que sea rápido, pero llevo muchos años preparándome y este vértigo lo vivo con mucha tranquilidad. Creo que estoy preparado para lo que viene, al final es lo que siempre he querido. Lo estoy disfrutando al máximo y mi idea por el momento es seguir con la música y, en septiembre, abriremos un sello donde sacaremos mucha plataforma de lo que es la escena joven de Barcelona. Es un proyecto en el que estamos trabajando aún y no puedo contarte mucho más, pero que viene para este septiembre 2020 seguro.