Aunque confiesa que dedicó los primeros días de confinamiento a ver vídeos en Youtube sobre conspiraciones –algo que, después de su experiencia, no recomienda–, al final ha optado por tomarse esta especie de retiro forzado como una lección de vida. Entre meditaciones, momentos de permitirse no hacer nada y reflexiones sobre cómo de insostenible era la forma de vida que hemos llevado hasta ahora, trata de sacarle provecho a estos días, en los que también tienen muy presente qué es lo que hará cuando todo termine: “abrazar a mis amigos muy fuerte y salir a comer”.