Las historias que hay dentro del libro, aunque tengan sujeto, están basadas en hechos. Y no se pueden refutar. No llega a ser objetivo porque detrás hay una intención y las imágenes, aunque estén hechas solo mostrando objetos, reflejan que hay un punto científico detrás. También tiene que ver con un tipo de fotografía más forense, policial y actual, como si fuesen imágenes de las pruebas, del ‘evidence’.
Es un tema tan delicado y, a menudo, muy desagradable. Hablar sobre mujeres que han muerto por esto da impresión. Este tipo de fotografía no muestra esta visión tan desagradable pero sigue siendo conceptual, abro la puerta a aquellas personas que, de buenas a primeras, no les parece bien el tema o no les interesa. Las historias sí que pueden ser chocantes, pero las imágenes son menos fuertes, por decirlo de alguna manera.