Lagarta nace con la intención de crear un espacio de asesoría para la mujer que tiene un evento especial, que quiere salir del circuito más tradicional y a quien le interesa aprovechar esa compra para su vestir diario. Diseñamos prendas con patrones clásicos y versátiles que adaptamos y customizamos para cada mujer. Creemos en los procesos sostenibles y, sobre todo, en el consumo ético y responsable, por lo que seleccionamos tejidos de calidad y pensamos diseños atemporales, con el objetivo de alargar la vida útil de la prenda.
Es un reto diario y constante, todo el proceso de producción es muy complejo hasta que damos con lo que tenemos en mente, porque cuidamos mucho los detalles y eso suele ser muy agotador. Pero lo afrontamos con mucho entusiasmo, con muchas ganas de seguir trabajando y mejorando. Es un privilegio poder levantarte cada día para dedicarte a algo tuyo, coherente con tus valores, en lo que crees firmemente.
La clienta Lagarta entiende por qué la marca se llama Lagarta. Es una mujer difícil de etiquetar: es elegante, independiente, con mucho carácter, sensible con el diseño y el valor del producto y reflexiva con el consumo de moda.
El hecho de que trabajamos a medida y que podemos customizar nuestras propuestas, adaptándonos a cada clienta. Ofrecemos un producto versátil y único.
Creemos en proyectos nacionales, en el talento de los diseñadores locales que desarrollan propuestas coherentes, que cuentan cosas y que producen desde el trabajo duro y el cariño, como el calzado de Deubieta o los bolsos de Prógono. Nuestra prioridad es que se perciba el saber hacer y el buen gusto en lo que seleccionamos, y eso suele ir vinculado a la persona que hay detrás de la marca. Gimena suele tener una premisa a la hora de seleccionar una marca: ¿nos iríamos a tomar una cerveza con su diseñador/a? Si la respuesta es sí, la marca nos encaja.
Poder seguir trabajando en esto y comprarnos una isla donde se reúnan todas las Lagartas en agosto.

