A veces se nos olvida parar y observar, escuchar… sentir. El mundo está envuelto en una vorágine de caos y desconcierto y más que nunca se necesitan voces que nos devuelvan la calma, que nos hagan sentir a gusto y nos acaricien con suavidad y cariño. Kora, gracias a su música y su buena vibra, es una de esas voces especiales, casi mágicas.
Con esa especie de aura mística, la música de esta joven cantante catalana, supone todo un bálsamo capaz de recordarnos que aunque no lo parezca, el mundo aún sigue siendo un lugar donde bailar y pasarlo bien. La primera parte de Renacer, su proyecto más reciente, estilos tan diferentes como el jazz, el blues, la electrónica o el pop se mezclan con el acierto y el cariño de quien lleva el talento en las venas. Y esa, sin duda, es Kora.
Renacer, tu nuevo EP, se acaba de estrenar este año y su título parece lanzar un mensaje esperanzador, sobre todo en los tiempos en los que nos encontramos. Cuéntanos acerca de él, imagino que el título no es casual...
Es un conjunto de canciones que vinieron posteriormente a una época de muchos cambios en mi vida. Al mirar atrás, sentía como si mi yo del pasado fuera otra persona, drásticamente distinta a la que soy ahora. Decidí titular el EP Renacer, ya que para mí lo fue.
Renacer implica dejar algo atrás, tu antiguo ser. ¿Qué ha dejado Kora atrás para poder elaborar este último proyecto?
Ya sea de forma inconsciente o completamente adrede, muchas cosas se han quedado en el camino. Entre ellas, creencias erróneas, ideas que me habían inculcado y, sobre todo, personas y un ambiente cerrado y en cierto modo hostil que me impedía cómodamente hacer lo que quisiera.
En muchas entrevistas destacan tu edad, lo joven que eres. ¿Cómo te sientes tú cuando hacen hincapié en este dato? ¿Lo tomas como un halago o te resulta molesto?
La verdad es que no pienso mucho en mi edad hasta que alguien saca el tema, pero supongo que desde fuera es un dato curioso (risas). Creo que tiene la importancia que le des, y para mí tiene poca. Por suerte, he tenido buenas experiencias y estoy muy agradecida. Hay una cosa que sí me resulta molesta y es que, por ser más joven, hay quien te trata como si fueras menos capaz y con un poco de superioridad.
“Nacemos para morir” dices en uno de tus últimos temas, pero mientras tanto, entre una cosa y otra, ¿qué le gustaría a Kora hacer con su tiempo?
Tengo muchas ganas de moverme, absorber conocimiento y luego poderlo exprimir en mis proyectos. Puestos a soñar, me encantaría un día poder sacar un album-película grabado totalmente en analógico, tanto la parte visual como la sonora, y mientras hago todo esto, vivir tranquila y sin preocupaciones.
Haciendo de nuevo hincapié en ese tema, continúas la estrofa diciendo que “mueres por vivir”, componiendo una confusa pero cierta reflexión sobre la existencia, ¿de dónde te viene ese carácter tan reflexivo?
Desde siempre le he dado mucho al coco. Me pongo a pensar en cosas que ni quiera tienen sentido, respuesta o explicación y quedándome noches enteras comiendo techo pensando en nada y todo. Esto hace que me dé cuenta de lo triviales que son la mayoría de las preocupaciones actuales.
Pareces cuidar los detalles y mimar tus canciones, ¿cuál es tu mayor objetivo con tu música?
Para mí los detalles son muy importantes, están siempre ahí, pero piden de una atención extra para percatarse de ellos. Aun así, soy consciente de que muchas veces no se perciben. Con la de distracciones que tenemos hoy en día, la música o cualquier contenido audiovisual no se consume prestándole toda la atención y muchos detalles se pierden en el camino. Mi objetivo es pasarlo bien, hacer lo que me gusta y que sea eso lo que llene mi nevera, mis días y mi vida en general.
Te caracterizas por ser una artista de una versatilidad admirable, ¿cómo logras ser la creadora de unas obras musicales tan distintas? ¿Cuál es tu proceso creativo?
Haciendo un poco lo que me nace. Sigo a artistas y creadores de todo tipo y de todas partes. Intento no categorizar, ya que eso puede conllevar una cierta limitación inconsciente en la que crees que debes sonar de un modo concreto para hacer música, cuando no es nada de eso. No tengo un proceso estable, hay veces que experimento con una idea muy simple y luego desarrollo todo un mundo alrededor, a veces me inspira la gente de la calle, a veces otros artistas y a veces ni siquiera lo sé porque estoy tumbada y de repente me viene algo a la mente y lo grabo instantáneamente. Si me parece que suena bien, pues palante.
Tu música es sencilla, carece de artificios, ¿por qué esa tendencia al minimalismo musical? ¿Te ves en algún futuro rompiendo con la música que llevas haciendo hasta ahora?
Me gusta que, aunque haya pocos elementos, cada uno encuentre su lugar y no suene incompleto. Por otro lado, así es se me hace más cómodo trabajar. Cuando llevas una semana mezclando un proyecto que has producido con más de ochenta pistas, te vuela la cabeza y llega un punto en el que ya ni sabes distinguir qué sonido necesita de tantas cosas que hay.
Tu tema insignia, Paciencia, acumula dos millones de escuchas en Spotify, ¿por qué crees que ese tema ha gustado tanto al público? ¿Cómo has asimilado el éxito? ¿Te preocupa, te halaga, te podría condicionar de cara a tu futuro trabajo? El hecho de sentir una mayor presión, por ejemplo...
Puede que sea por su sencillez y calidez, me han dicho que suena a hogar, y eso me parece de lo más bonito. Me pone muy feliz que haya llegado a donde está, ni siquiera consideré esa posibilidad cuando la subí y ha sido una sorpresa muy agradable. No siento presión, pero sí que ahora intento sacar las cosas más profesionalmente y organizadas.
En qué andas ahora, ¿qué planes tienes para este año?
Estoy preparando cosas que me hace mucha ilusión sacar. Antes de termine el año saldrán a la luz cosillas nuevas, entre ellas la segunda parte de Renacer con la que lo cerraré como un álbum de dos partes, y algún que otro proyecto del que no puedo decir nada aún.