En el número 242 de la calle Muntaner, Barcelona, se encuentra KALEOS, una óptica diferente donde salud visual y moda se dan la mano. Para Juan Gassó, su fundador, estos han sido dos de los pilares básicos a la hora de concebir su negocio. Salud visual, gracias a los mejores profesionales y maquinaria especializada, y moda, contando con asesores de imagen y con las últimas tendencias en gafas. Ellos se definen como eyehunters, cazadores de miradas únicas, especiales. Es por eso por lo que ofrecen marcas también especiales como Mykita, Andy Wolf o Gentle Monster, entre otras, además de una cuidada selección de marcas más convencionales, que hacen que todo el conjunto adquiera una identidad propia.
El color blanco y la madera se funden en un espacio con un diseño limpio, clínico y cálido al mismo tiempo, en donde se cuidan todos los detalles. Desde la iluminación más precisa, los pictogramas que acompañan al cliente en su visita y revisión oftalmológica, haciendo de ella una experiencia agradable y didáctica, hasta una publicación propia, o un escaparate que se funde con la tienda y que se cambia cada dos semanas. Todos estos son algunos de los elementos que definen al universo KALEOS, y que ponen de manifiesto el entusiasmo de todo su equipo por la óptica y por querer hacer sentir especial al cliente.
Desde vuestra apertura el pasado mes de abril, ¿qué tal está resultando la experiencia de haberos embarcado en este negocio?
Estamos contentos. Lo que estamos haciendo ahora es comunicar nuestro concepto, quiénes somos, qué hacemos y por qué creemos que somos una alternativa de óptica diferente. Hay gente que viene por nuestras monturas diferentes y se lleva un buen recuerdo de todo el tema de salud visual que hacemos. Luego hay alguien que viene porque se ha enterado de las pruebas que hacemos y se lleva unas gafas muy modernas, muy chulas. Estamos muy contentos sobre todo porque la gente que ha venido está muy contenta, esa es la mayor satisfacción. El otro día hablando con una amiga mía, me decía “mi madre ha visto una óptica con unas monturas muy chulas, que fuésemos...”, y de repente, ¡era la óptica que había abierto yo! Y a mí me gusta eso, es lo que te da ganas de seguir, de hacer cosas, de que vas por buen camino... ¿Los resultados? También, van bien. Estamos intentando que nos conozcan más, pero de momento estamos muy contentos.
¿Qué significa KALEOS y por qué este nombre?
KALEOS viene de “caleidoscopio de marcas”, de repertorio de marcas. Nos gustó el nombre porque queríamos huir un poco de los típicos nombres de óptica que llevan “visión” y “óptica” integrados. Nosotros, como queremos ser un nuevo concepto de óptica, tenemos que empezar con lo más evidente, que es el nombre. Entonces, ¿por qué no coger un nombre totalmente distinto? Como ha hecho Zara, Oysho... Un nombre comercial que podría ser cualquier cosa, decir que somos diferentes con el nombre.
Moda, salud, responsabilidad social corporativa, transparencia de precios, son los cuatro pilares sobre los que se asienta KALEOS. ¿Por qué has querido aunar estos cuatro conceptos? ¿Crees que había carencias en el sector de la óptica en relación a ellos?
Los cuatro pilares son fundamentales. Moda y salud visual, seguro. Antes, una gafa era simplemente para ver bien, pero ahora se ha vuelto uno de los complementos de moda más importantes que hay, por lo tanto los dos conceptos son evidentes y están intrínsecos en ella. Entonces, ¿por qué no vender gafas que tengan un diseño, que tengan algo que decir, que sean diferentes, que no sean las mismas que se venden en todos lados y que todo el mundo conoce? ¿Por qué no plasmar un nuevo repertorio de marcas y que la gente lo conozca? Y, ¿por qué no, a parte de hacerles la revisión oftalmológica como se suele hacer, revisar bien a la persona, hacer un estudio, un screening bien hecho para saber que la persona tiene una buena salud visual? Obviamente sabiendo donde está nuestro límite, porque somos ópticos.
Salud y moda, creemos que estos dos pilares elevados a la máxima potencia es algo que no existe en España, y es ahí donde está el hueco. Están las ópticas que se centran en precio, que son la mayoría, y luego las ópticas que son muy “nicho”, que tienen marcas súper exclusivas pero que son muy pequeñitas. Nuestra idea era hacer una óptica en donde una persona pueda entrar para tener una buena gafa, bonita, que no encuentra en otro sitio y que además salga graduada, con una buena revisión. Existe un hueco para tiendas de este tipo.
Tu abuelo fue el fundador de GAES y un pionero aunando el tema de la salud con la estética. Creo que has heredado claramente ese espíritu emprendedor pero, ¿en qué medida consideras tú que te ha influido profesionalmente su figura?
Mi abuelo para mí ha sido una persona excepcional, un emprendedor nato, un luchador y un referente total. Es muy difícil acercarse a él, a su nivel de sabiduría, de emprendeduría, ya que empezó desde cero con GAES. Realmente mi abuelo ha sido un creador de ideas, hizo una fábrica de cartones, de transistores, vendía gafas, distribuía colonias... y al final se centró en GAES. Hacía viajes al extranjero y le pedían diferentes cosas que aquí no se encontraban. Él tenía un permiso para poder salir, ponía un anuncio en el periódico, “me voy a Londres”, y si alguien necesitaba algo de allí, lo traía. Se fue a Londres y el padre de un amigo suyo le pidió un “extraño aparato”, un audífono, para oír mejor. Él llegaba a la tienda y digamos que costaba “diez”, y le solía cargar un porcentaje, pero como era para el padre de su amigo no le parecía moral hacerlo. Entonces cogió un tren y se fue hasta el fabricante, llegó allí, le atendió el director y este le preguntó si quería ser su distribuidor en España. Y así empezó todo. Empezó a distribuir audífonos al por mayor y luego creamos nuestra propia fábrica, Microson, y de ahí se hicieron tiendas, hoy en día GAES. Mi abuelo ha sido un emprendedor toda su vida. Ha sido muy feliz y ha sabido crear una empresa enorme de la nada, porque no tenía nada cuando era joven, su padre era ciego. Estudió inglés, francés, y eso le dio la oportunidad de irse a Londres a hacer esas cosas. En esa época nadie estudiaba idiomas, creo que era avanzado para su época. Yo he convivido mucho con él, me iba con él a hacer los viajes. Y en casa, escribiendo e-mails, él dictaba y yo escribía en el ordenador. Mis padres han estado separados y la casa de mi madre estaba al lado de la de mis abuelos y yo he estado mucho con ellos. Prácticamente ha sido un padre para mí. Supongo que por todo esto me ha dado ganas de emprender, aunque sea dentro de la compañía, ya que esto es emprender dentro de una empresa.
En KALEOS tenéis el compromiso social de donar al año el mismo número de gafas que se vendan. ¿A qué tipo de persona se le van a donar esas gafas?
La verdad es que no está claro, se le donarán a una persona que no tenga acceso a comprarse unas gafas, eso seguro. La idea que tiene que quedar clara es que si vendemos mil gafas donaremos mil gafas. Intentar trasladar el acto de consumir a un acto de responsabilidad, que tú al llevarte unas gafas de KALEOS puedas ayudar a una persona a ver, ya que la vista es lo que nos da acceso a poder estudiar, aprender, vivir... Es el sentido más importante que tenemos, o que más valoramos los seres humanos. Creemos que si nosotros tenemos la oportunidad de ayudar a gente, ¿por qué no hacerlo? La filosofía es esta. Las empresas hoy en día deben tener una acción de responsabilidad social corporativa en la que se implique al consumidor, al final somos como un intermediario.
Explícame un poco más el concepto eyehunter, vuestro eslogan.
Eyehunter es un concepto muy potente. Viene de coolhunter, cazador de tendencias, en este caso miradas, miradas únicas. Se trata de intentar buscar a personas un poco distintas, que no queremos lo típico que quiere todo el mundo, sino que nos gustan otro tipo de marcas y estética, para identificar un poco al cliente. Pero además, nosotros también nos consideramos eyehunters, en el sentido de que cazamos las tendencias, traemos tendencias que existen en el mundo de las marcas aquí, el mix de marcas es dinámico. Los asesores de moda son los encargados de esto, de argumentar bien las marcas, tienen una cultura de moda porque es lo que les gusta, se leen las revistas, están informados. El eyehunter es tanto el cliente, como nosotros, como nuestra filosofía. Somos cazadores de miradas diferentes, cada uno tenemos los ojos de un color, de una manera, rasgados, grandes... Si cada uno tenemos unos ojos distintos, ¿por qué no vamos a tener gafas distintas? O la forma de la cara... Los asesores de moda la analizan para aconsejarte la montura que te va mejor, según tu estilo y tu personalidad.
Además de las marcas que podemos encontrar en cualquier óptica, disponéis de otras firmas un poco especiales que se enmarcan dentro de la colección ADN KALEOS. ¿Qué marcas participan de esa colección y qué criterio se tiene a la hora de elegir esas marcas?
ADN KALEOS son marcas distintas, que tienen algo que decir, una argumentación, son diferentes a lo que se encuentra en la mayoría de ópticas. Si alguien quiere algo extravagante, Gentle Monster, es una marca coreana, muy fuerte, muy atrevida. O si quieres algo muy heavy, Andy Wolf, para chica sobre todo, y para chico también. Juega con formas distintas, colores distintos, materiales distintos, busca romper un poco los moldes. Miu Miu, también para chica, una cosa muy sexy, muy femenina. Italia Independent juega con los materiales, como terciopelo. Moscot: un icono, una marca clásica. Es la gafa que llevaba Gandhi, Andy Warhol... son gafas de toda la vida, que siguen con lo mismo de siempre, es una gafa vintage que para mí es excepcional. O Mykita, es una gafa con un acero tallado quirúrgicamente, que no pesa nada, que se puede doblar. O Lindberg, que está hecha con un acero muy simple, que no pesa absolutamente nada y esa sencillez es lo bonito de la gafa. Estamos innovando el repertorio de marcas, que aún no han llegado pero llegarán dentro de poco.
La elección de una marca primero es, unos niveles de diseño, de calidad y de imagen excepcionales. Para nosotros es vital que toda gafa cumpla con un diseño muy bueno, no queremos nada que no sea acorde con la filosofía de KALEOS. Y luego, que sea una gafa diferente por algo, tampoco queremos que se solapen las marcas. Hacemos un estudio de todas las marcas cada seis meses para ver cuáles nos pueden interesar, desde la marca más pequeñita que si nos gusta, la traemos. Queremos que aquí la gente encuentre marcas únicas, marcas diferentes, nuevas, que no sean las típicas. Y además, si alguien quiere las marcas comerciales típicas, Ray Ban, Tom Ford, Prada, también están. Hay que tenerlas, son bonitas y encajan.
¿Te planteas la posibilidad de hacer una cadena de tiendas KALEOS o prefieres de momento centrarte en este local?
Primero tenemos que hacer que este local funcione. Acabamos de empezar hace cinco meses, y tenemos que hacer que esta tienda funcione, que la gente la conozca, y conozca el concepto de KALEOS. Si conseguimos eso, que a la gente le guste y venga, sí que podremos hacer más tiendas. De alguna manera, esto es del grupo GAES, y tenemos capacidad para hacer más tiendas pero no vamos a hacer más de momento porque hay que definir muy bien el concepto y ahora estamos ajustando el motor, que todo esto vaya bien. Lo más importante es que la gente venga y esté satisfecha, y que hable, ya que al final el boca-oreja es lo más importante. Y que estén orgullosos de llevar una gafa KALEOS, porque esa persona será como un embajador nuestro, si una persona está contenta con algo, lo va a decir.
¿Qué feedback has tenido por parte de otras ópticas o de gente que se dedica a este sector?
Bueno, hay de todo (risas)... Hay desde quien dice que le gusta mucho, que es un concepto muy chulo y cree que vamos por el buen camino, pero hay otras personas que tienen otro tipo de ópticas y que tienen otro concepto... Hoy en día parece que todo es precio, precio y precio. Nuestra política de precios es ser honestos, tener un buen precio siempre, desde la gama baja hasta la gama alta. Y la mayoría de las ópticas están centrándose mucho en el precio: la gafa del 2x1, la gafa de por un euro más... Promociones que, al final, nosotros no queremos hacer eso. Queremos ir por otro lado y dar una propuesta más de calidad, a nosotros las gafas nos empiezan en 50 euros. Hay gente que solo quiere marcas de toda la vida, que se venden en cualquier óptica, y si te sales de ahí eres un poco rarito (risas). Hay muchas marcas que puedes ver aquí que a lo mejor desconoces pero que, cuando coges la gafa, si eres una persona moderna, que mínimamente te gusta la moda, que buscas algo distinto, ya ves, ya notas es algo bueno, distinto pero bueno.
El problema es que hay mucha gente que cree que el diseño tampoco es tan importante. ¿Por qué nos hemos gastado tanto en todo esto, en un local como este? Porque creemos que una montura tiene valor, una gafa tiene valor. El mercado de la gafa es complicado y hoy en día está muy difícil, pero tenemos que tener ópticas que realmente apuesten por la calidad. No todo es precio por mucho que estemos en crisis. ¿Cuánto tiempo llevamos una gafa en la cara? Ocho horas o diez horas al día, mínimo... y la media son dos años de gafa. Es el complemento de moda que más te define, lo primero que miras es la cara.
¿Quién se ha encargado del diseño de la tienda? ¿Os habéis inspirado en algo en concreto?
Lo han hecho tres personas: Fernanda González, la interiorista, Lluis Coromina, el arquitecto, y Arturo Frediani, el arquitecto de la fachada. Queríamos un sitio que tuviese un toque de calidez pero además, blanco. Blanco y madera siempre nos ha gustado, es un buen contraste de colores. Estamos en una óptica y tenía que tener ese punto clínico, pero además ese punto más de moda, de calidez, de exposición, que todo esté bien posicionado, no en las típicas barras. Las gafas están para ponérselas, libres. Una gafa vale un dinero, no es una joya, pero tiene un valor. Tenían que tener un buen sitio y estar bien iluminadas, que se vea bien el color. Las graduadas iluminadas de una manera, las de sol de otra.
¿Qué consejo le darías a alguien que tiene una idea de negocio y quiere emprender hoy en día?
¡Yo no puedo dar consejos, acabo de empezar...! (risas) Es muy importante que creas en tu idea. Tienes que escuchar a todo el mundo pero seguir tu idea. Si alguien te tiene que decir algo que te lo diga, tú lo analizas, pero tienes que seguir con esa idea y no dejar que nadie te la cambie, porque al final, esa idea algún día puede ser algo. Yo he tenido la suerte de tener la empresa de mi familia detrás, que ha apoyado esto y eso es fundamental. Pero si tú tienes una buena idea, crees que puedes con ella, eres trabajador, luchador y vives para esto, tienes que tener esa ilusión. Y sobre todo, el mayor consejo es buscarte un equipo, gente que crea en el proyecto y te ayude a tirar para adelante, eso es lo más importante.
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