Ni llum ni lluna es un momento de transición en el día, ese momento de la tarde en el que no hay luz porque comienza a oscurecer, pero tampoco luna porque es demasiado temprano. Para Julieta también supuso un momento de transición en su vida. Con una lista de ocho canciones, la cantante recorre los rincones del amor y del desamor que, como ella misma aclara son la misma cara de una moneda: “me gusta pensar que el desamor también forma parte del amor. Mis letras siempre tienen ese punto reflexivo en encontrar lo bonito incluso en el fin de alguna historia”.