Su particular visión de la creación artística lo ha llevado a participar en proyectos como
Tàpia, en la Nau Bostik de Barcelona, donde ahora se exhibe una de sus ultimas creaciones:
Terrorist Grandma, un mural que pretende poner en entredicho las actuaciones policiales. Sin desvincularse de la actualidad, sin renunciar a la vertiente más comunicativa del arte y al espíritu crítico y entendiendo la creación como la expresión de uno mismo, él se mantiene firme en que “la autocrítica es un proceso fundamental para generar cambios y avanzar.”