Justo cuando creíamos que ya se había dicho todo lo posible sobre el fenómeno hipster, César Segarra y Vincent Ferre dan una nueva vuelta de tuerca a la palabra a través de su proyecto más reciente, Hipsters from Spain. Una web donde, partiendo de una cuidada presentación, el dúo descubre a algunas de las figuras más estimulantes de nuestro país dentro de sus propias casas. Personajes que rebosan creatividad e ingenio por cada uno de sus poros (y metros cuadrados) en su hábitat natural. Pasen y vean.
¡Hola chicos! Empiezo por la controversia. Usar el término “hipster” es osado, dadas todas las pasiones (buenas y malas) que levanta. ¿Qué significa realmente para vosotros?
Consideramos que es un adjetivo más de la cultura popular; el término está más que explotado y todo el mundo conoce la palabra. No seleccionamos a las personas que aparecen en Hipsters from Spain porque creamos que sean “hipsters”, sino porque creemos que su creatividad, talento y frescura –sea cual sea su edad– merecen un reconocimiento. Por el momento nos estamos centrando en gente que trabaja en comunicación, artes plásticas, moda, diseño y música, aunque estamos abiertos a otros campos de acción.
Tanto estéticamente como a nivel de concepto, vuestro proyecto se asemeja a webs como The Selby, Freunden von Freunden o The Coveteur. ¿Todo empezó con ellas como punto de referencia? ¿Cómo definisteis el concepto de HfS?
Todo empezó un día comiendo juntos. Convenimos en que siempre dependíamos de otras personas para llevar a cabo nuestros proyectos, y pensamos que teníamos las herramientas suficientes para hacerlo nosotros mismos. Las webs que citas nos encantan, pero nuestro objetivo no es tanto descubrir la pólvora, sino contar qué proyectos creativos se están haciendo en España y quiénes los están haciendo.
Parece que, en el fondo, las referencias estéticas y culturales no dejan de ser las mismas, sin importar el país. ¿Vosotros observáis diferencias entre el hipster patrio y los demás?
César Segarra: Personalmente pienso que el concepto “hipster” es bien distinto de lo que se lleva de forma seria en barrios como Williamsburg en NYC, allí es una tribu más, aquí mucha gente se echa las manos a la cabeza en cuanto lo oye. Pensamos que hay que tomarse menos en serio las cosas y disfrutar más.
Vincent Ferre: Yo lo veo como un fenómeno global y homogeneizado. Hay muchos actores y referentes universales, pero hay muchos otros que sólo son influyentes a nivel regional y que sin embargo tienen mucho tirón en su comunidad. En cualquier caso coincido en lo de no tomarse tan en serio a uno mismo. Lo importante es hacer cosas y apasionarse por ellas.
Centrándonos en vuestro proyecto, se aprecia rápidamente el imaginario compartido que hay entre los protagonistas. ¿Buscáis retratar esas características comunes o por el contrario pretendéis mostrar la individualidad de cada uno?
Creemos que cada personaje y espacio hablan por sí mismos. No aspiramos a crear una estética homogénea, sino a reflejar la realidad de cada uno de ellos. No escondemos sus diferencias ni sus similitudes y sí es verdad que a veces comparten referentes, estilos decorativos y modos de trabajar. Quizá con el tiempo, cuando hayamos retratado más casas y personas podamos hablar de un estilo común.
Está claro que a los internautas del siglo XXI nos encanta cotillear en casas ajenas. ¿Qué aporta descubrir la intimidad de estos personajes?
Sobre todo humanizar a personas que para muchos se dedican a profesiones poco realistas o inalcanzables. A nivel personal, nos fascina compartir con ellos algunas horas en su casa y conocerles más allá de lo superficial.
A mí personalmente me obsesiona comprobar si en los restaurantes monos, el baño hace justicia al resto del local. ¿Tenéis algún fetiche a la hora de explorar las casas de los demás?
Nos gusta que nos enseñen y nos cuenten sobre los rincones más insignificantes de la casa. Muchas veces hay historias increíbles en objetos absolutamente absurdos en un primer momento.
Poco a poco vais construyendo una especie de decálogo de personajes relevantes dentro de nuestro país. ¿Cómo decidís a quién incluir? ¿Qué os llama la atención?
Personas relacionadas con España, profesionales liberales, influyentes o no. Nos fijamos en lo que ha hecho y está haciendo actualmente y, sobre todo, en si creemos en su trabajo. En cuanto a los espacios, cualquier factor puede despertar nuestro interés y fascinación: desde bloggers que viven son sus padres, hasta músicos que comparten piso, pasando por pisos casi de estudiante, apartamentos de lujo preparados para salir en una revista de interiorismo, etc. Le encontramos el punto a todo.
Lo que reflejáis es una relación muy íntima de los personajes con su hogar. ¿Cómo creéis que influye creativamente el espacio en el que vives?
Virginia Woolf ya hablaba de la importancia de una habitación donde poder concentrarse para escribir. Estamos totalmente de acuerdo: las limitaciones espaciales de un piso ejercen una influencia en la forma en la que vivimos en él. Pero también es muy interesante observar cómo le sacamos partido a los pisos que tenemos; a veces no importa tanto el tamaño o la luz sino el ingenio y la energía con la que vestimos el espacio.
Aunque acabáis de empezar a andar, ya habéis podido explorar las vidas de personajes bastante interesantes. ¿Qué es lo que más os ha sorprendido hasta ahora? ¿Algún insight interesante?
La total naturalidad de la mayoría de los personajes: estar en sus casas durante unas horas y que parezca que te conoces de toda la vida. Aunque a algunos de ellos ya los conocíamos anteriormente, es ahora cuando hemos profundizado en nuestra relación.
Lo siento, esta pregunta es inevitable: ¿en qué casa os gustaría entrar? Y vosotros, ¿dejaríais que entraran en la vuestra?
César Segarra: Me encanta Lorenzo Castillo, su excelente trabajo y la naturalidad con la que lleva ser un premiado y un alma rompedora como la suya. A nuestras casas podéis venir siempre que queráis. Con HfS estamos aprendiendo mucho sobre cómo recibir a los invitados. ¡Esperamos estar a la altura! (risas).
Vincent Ferre: A mí me encantaría ir a casa de alguien poderoso, creativo, exitoso y algo excéntrico –algo así como mi pareja ideal. La de Pedro J. Ramírez y Ágatha Ruiz de la Prada sería un sueño.
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