Grauwi (Carla Gimeno) y Marta Cascales, dos chicas de Barcelona, viajan a través de un universo totalmente intimista, minimalista y delicado entre sonidos de piano y letras sinceras y personales. Si en febrero de este año ya nos sorprendieron con Corales, ahora el dúo vuelve pisando fuerte con Anxiety, un tema compuesto en los tiempos convulsos de Covid-19 que habla de cómo el miedo nos paraliza a la hora de querer salir de nuestra zona de confort. Una canción que trata sobre un tema con el que muchos podemos identificarnos.
Sois dos chicas jóvenes que actualmente os estáis abriendo paso en el panorama musical, cada una con sus proyectos y, ahora, juntas como dúo, ¿podéis presentaros para que os conozcamos un poco mejor?
Grauwi: Empecé a escribir mis propias canciones de pequeña, cuando estudiaba solfeo y guitarra, pero mi trayectoria musical empezó en la adolescencia, cuando junto a mis amigas del pueblo creamos nuestro grupo, The Crab Apples. Desde entonces ha llovido mucho y hemos tenido la oportunidad de tocar en festivales como el Primavera Sound, el Vida o el Sonorama… ¡y hasta de telonear a los Beach Boys!
Desde siempre me ha gustado probar distintos registros y ver qué tal se desarrolla mi voz en cada uno de ellos. En este proyecto con Marta me adentro en un estilo más minimalista e íntimo, algo que hasta ahora no había hecho, pero me está gustando mucho.
Marta: He estudiado piano clásico y después me especialicé en composición (en el Taller de Músics y pasando también por el Royal Conservatoire de Antwerp). Empecé a escribir mi propia música casi a la vez que empecé a tocar el piano, de una manera muy intuitiva y natural. En 2018 lancé mi primer EP, y de ahí firmé con la discográfica de Nueva York Sonder House, con quien acabo de publicar mi nuevo álbum de piano, Anoche.
He tenido la oportunidad de tocar en festivales como Piano City Milano, Trans Musicales o Kosmokonzerte, y hace un año me seleccionaron como una de las cinco artistas emergentes a nivel europeo para formar parte de Slash Program, impulsado por Creative Europe de la Unión Europea (Music Moves Europe). Compongo música con raíces en la música clásica pero con una mirada moderna y un approach minimalista, lo que han denominado ‘modern classical’.
Desde siempre me ha gustado probar distintos registros y ver qué tal se desarrolla mi voz en cada uno de ellos. En este proyecto con Marta me adentro en un estilo más minimalista e íntimo, algo que hasta ahora no había hecho, pero me está gustando mucho.
Marta: He estudiado piano clásico y después me especialicé en composición (en el Taller de Músics y pasando también por el Royal Conservatoire de Antwerp). Empecé a escribir mi propia música casi a la vez que empecé a tocar el piano, de una manera muy intuitiva y natural. En 2018 lancé mi primer EP, y de ahí firmé con la discográfica de Nueva York Sonder House, con quien acabo de publicar mi nuevo álbum de piano, Anoche.
He tenido la oportunidad de tocar en festivales como Piano City Milano, Trans Musicales o Kosmokonzerte, y hace un año me seleccionaron como una de las cinco artistas emergentes a nivel europeo para formar parte de Slash Program, impulsado por Creative Europe de la Unión Europea (Music Moves Europe). Compongo música con raíces en la música clásica pero con una mirada moderna y un approach minimalista, lo que han denominado ‘modern classical’.
En febrero de este año, antes de que comenzara el caos por la pandemia, ya colaborasteis en un tema, Corales. ¿Cómo y cuándo os conocisteis?
Grauwi: ¡Sí! Corales fue nuestro primer experimento musical juntas. De hecho, siempre la definimos así, como un experimento. Parte de una pieza de piano de Marta, Contigo, a la que me pidió que añadiera una letra y una melodía para que la tocáramos juntas en un concierto. Nos gustó tanto que al final decidimos grabarla y, de hecho, se puede encontrar como bonus track en la edición en vinilo del último disco de Marta.
Marta: Conocí a Carla (Grauwi) en un session listening room que organizaba el Vida Festival para escuchar el último disco de Sharon Van Etten, Remind Me Tomorrow. Habían invitado a Carla para que cantara Everytime the Sun Comes Up y yo me enamoré al instante de su voz y de su actitud cantando. Enseguida hubo una conexión. Acabamos cenando juntas, intercambiando contactos y de ahí pasamos al experimento de Corales.
Marta: Conocí a Carla (Grauwi) en un session listening room que organizaba el Vida Festival para escuchar el último disco de Sharon Van Etten, Remind Me Tomorrow. Habían invitado a Carla para que cantara Everytime the Sun Comes Up y yo me enamoré al instante de su voz y de su actitud cantando. Enseguida hubo una conexión. Acabamos cenando juntas, intercambiando contactos y de ahí pasamos al experimento de Corales.
Ambas venís de mundos bastante diferentes; Marta, tú eres compositora y pianista, mientras que Grauwi ya tiene experiencia en The Crab Apples, un grupo indie. ¿Cómo empezasteis en la música cada una? ¿Cómo estáis desarrollando vuestro sonido, identidad y estilo como dúo?
Estamos desarrollando nuestro sonido también muy desde la experimentación y dándonos la oportunidad de probar cosas diferentes que quizás no podríamos desarrollar con nuestros otros proyectos paralelos. Se podría decir que somos un dúo, sí, pero lo concebimos como una suma de Grauwi + Cascales, aportando cada una nuestro universo musical y encontrando un vértice en común.
Me gustaría conocer vuestra manera de trabajar y crear. Grauwi, ¿escribes la letra y luego Marta añade una melodía según lo que le transmita, o es al revés? ¿O experimentáis y vais creando ambas sobre la marcha? ¿Ha cambiado vuestro proceso creativo/de trabajo pre y post pandemia?
Grauwi: Pues en cada canción funciona de forma distinta. Hay algunas que parten de algo que yo ya he medio trabajado, otras de un piano de Marta, otras de una melodía que tengo en la cabeza… Anxiety, por ejemplo, fue una canción que ya tenía acabada y que enseñé a Marta. Claro, en cuanto Marta se puso a tocarla conmigo me di cuenta de que en realidad no la había acabado en absoluto. Fue un momento bastante mágico y creo que fue a partir de esta canción que nos dimos cuenta de que queríamos tirar adelante este proyecto conjunto.
Marta: Sí, depende mucho de la canción. Como dice Carla, lo de Anxiety fue una prueba total que teníamos que seguir haciendo música juntas. El siguiente tema, que estamos preparando para entrar al estudio a grabar, sí que lo empezamos las dos desde cero. Yo empecé a tocar unos acordes al piano y Carla se puso a medio improvisar una melodía, incluso le salió una letra así muy espontánea. Después yo seguí trabajando la parte pianística, con una larga intro y unos interludios, y conjuntamente le fuimos dando forma.
Marta: Sí, depende mucho de la canción. Como dice Carla, lo de Anxiety fue una prueba total que teníamos que seguir haciendo música juntas. El siguiente tema, que estamos preparando para entrar al estudio a grabar, sí que lo empezamos las dos desde cero. Yo empecé a tocar unos acordes al piano y Carla se puso a medio improvisar una melodía, incluso le salió una letra así muy espontánea. Después yo seguí trabajando la parte pianística, con una larga intro y unos interludios, y conjuntamente le fuimos dando forma.
Supongo que la experiencia, tanto profesional como personal, juega un gran papel en estos casos, ¿cómo ha sido crear este proyecto juntas saliéndose un poco de vuestras zonas de confort? ¿Habéis utilizado mucho la experimentación para llegar al sonido que escuchamos en vuestro último tema?
Marta: Con Carla (Grauwi) nos entendemos muy bien, tanto personalmente como profesionalmente, y la verdad que eso ayuda a que todo fluya mucho. Las dos teníamos ganas de probar algo un poco diferente, saliéndonos de nuestra zona de confort, pero que a la vez lo sentimos bastante natural porque nos hemos sentido muy cómodas en estos nuevos registros.
Para Anxiety queríamos conseguir un sonido donde hubiera un equilibrio entre algo intimista, minimalista y delicado, pero a la vez con fuerza y cierta crudeza. Entramos al estudio con una idea más o menos clara pero abiertas a lo que pudiera surgir, ¡y la verdad es que llegamos a un sonido que nos sorprendió para bien! Especialmente por las segundas voces con efectos y el sonido de un sintetizador en el momento oportuno.
Para Anxiety queríamos conseguir un sonido donde hubiera un equilibrio entre algo intimista, minimalista y delicado, pero a la vez con fuerza y cierta crudeza. Entramos al estudio con una idea más o menos clara pero abiertas a lo que pudiera surgir, ¡y la verdad es que llegamos a un sonido que nos sorprendió para bien! Especialmente por las segundas voces con efectos y el sonido de un sintetizador en el momento oportuno.
Grauwi, tu grupo, The Crab Apples, tiene un sonido totalmente distinto a tus proyectos con Marta. ¿Te ha permitido el colaborar con ella explorar un universo musical que no conocías o que nunca habías probado antes?
Grauwi: ¡Totalmente! En este nuevo proyecto con Marta me adentro en un registro mucho más íntimo y minimalista. Muchas de las canciones en las que estamos trabajando parten de ideas que tenía guardadas en notas de voz en el móvil porque no acababan de encajar con The Crab Apples, así que ha sido una bonita oportunidad para sacarlas del móvil y darles vida.
En cuanto a la voz, en este registro está mucho más desnuda, no se camufla entre otros instrumentos o sonidos; claro, solo la acompañan el piano y la guitarra. Creo que ahora mismo soy muy afortunada porque puedo disfrutar de estos dos proyectos tan diferentes pero que me llenan tantísimo.
En cuanto a la voz, en este registro está mucho más desnuda, no se camufla entre otros instrumentos o sonidos; claro, solo la acompañan el piano y la guitarra. Creo que ahora mismo soy muy afortunada porque puedo disfrutar de estos dos proyectos tan diferentes pero que me llenan tantísimo.
Anxiety habla sobre atravesar emociones muy intensas y sentimientos personales ¿es complicado plasmar cosas tan íntimas en una canción?
Grauwi: En mi caso no es difícil, más bien lo contrario. De hecho, me cuesta muchísimo más hablar de mis sentimientos que cantar sobre ellos. Muchas veces veo la composición desde un punto de vista terapéutico y hasta noto cómo me quito un peso de encima. Claro que no me pasa con todas las canciones que escribo, porque hay algunas que no tienen nada que ver con mi experiencia personal. Pero cuando toco y canto Anxiety estoy como en una burbuja muy especial.
Anxiety viene acompañada de una sesión de fotos de Anne Roig y estilismo de María Roch, ¿cómo se relaciona este artwork con la canción?
Marta: Nos imaginábamos una fotografías donde la luz tuviera un papel importante, creando un ambiente íntimo, cercano y a la vez con cierta crudeza, ya que la canción tiene un tono delicado y sutil, pero la letra en realidad nos habla de un sentimiento intenso y algo amargo. El trabajo de Anne Roig nos encajaba a la perfección para lo que buscábamos y fue un placer trabajar con ella para conseguir la atmósfera más adecuada. Respecto al vestuario, queríamos algo formal, elegante, pero a la vez atrevido y diferente. Los trajes que llevamos de Maria Roch nos aportan ese mood y también de alguna manera representa el ‘ponerse un nuevo traje’ para este proyecto juntas.
Grauwi, en ocasiones te hemos escuchado cantar en varios idiomas, ¿por qué escogiste inglés en esta ocasión?
Grauwi: Cuando empecé a escribir canciones con The Crab Apples siempre fue en inglés. Supongo que se debe a mis referentes, ya que la mayoría de música que he escuchado a lo largo de mi vida es en ese idioma. Aún así, no me asusta la idea de escribir en otros idiomas como el catalán y el castellano, que al fin y al cabo son mis lenguas vehiculares, las que uso cada día. Creo que en mi caso es algo que no tengo que forzar, tiene que salir de forma natural. De hecho, en algún momento me gustaría escribir algo en alemán, que es mi lengua materna.
Han sido –y son– unos tiempos bastante complicados debido a la pandemia, que ha afectado especialmente a toda la industria musical y cultural. ¿Qué os ha empujado a lanzar este proyecto mientras atravesábamos esta situación?
Marta: La situación actual no nos podía echar atrás, de hecho, más bien todo lo contrario. Es algo que estamos haciendo de una manera tan sincera y natural, que nos lanzamos sin miedo, confiando que va a traer cosas positivas de una manera u otra. En realidad, ahora mismo, ¡no tenemos nada que perder! También creo que un gran empujón fue que justo antes del confinamiento nos concedieron la Beca de Composición de Cases de la Música y SGAE, con un apoyo económico que ayuda bastante (especialmente en estos tiempos). Se presentaron unas cuatrocientas propuestas y cogían solamente cuatro, ¡nos sorprendimos muchísimo, la verdad! Y nos sentimos muy afortunadas.
Hace escasas semanas actuabais en el festival BAM, en la Mercè, después de bastante tiempo sin poder subir a un escenario, ¿cómo fue la experiencia de un concierto en la nueva normalidad? ¿Os resultó rara la experiencia?
Marta: La verdad que fue muy emocionante a la vez que un tanto extraño. Ver a todas las personas en el público con mascarilla y muy distanciadas da una sensación rara. Sobre todo porque, como no ves las expresiones de sus caras, no sabes exactamente si la gente está conectando o están ahí sentados simplemente. Igualmente fue precioso porque se creó un silencio y una atención en el público muy mágicos. Subirse a un escenario para compartir música, aunque sea en esta situación, sigue siendo un regalo. ¡Yo lo echaba tanto de menos…!
Hablando de festivales, ¿cómo creéis que se está llevando la gestión de la cultura y la música en vivo? ¿Estáis al tanto del movimiento Alerta Roja y de las soluciones que está reclamando el mundo del espectáculo?
Grauwi: A mí me da muchísima pena y rabia a partes iguales la situación actual. Entiendo que al ser esta pandemia algo completamente desconocido, la gestión sea difícil. Pero, como siempre, al sector cultural le toca sufrir. No me cabe en la cabeza porque puedo ir en un AVE o avión sin tener que dejar ninguna distancia especial entre asientos, pero en un concierto las salas están medio vacías por las reducciones de aforo y hasta hay conciertos y festivales que se están cancelando a diario. Apliquémoslo a todo, ¿no?
Da pena que se estén demonizando los actos culturales y que reciban ataques y exigencias constantes. Sin ir más lejos, la campaña de comunicación que hizo el ayuntamiento de Murcia o la campaña Pin, pan del propio Ministerio de Sanidad español son un ejemplo de esta demonización y del poco respeto que se tiene por algo tan importante como la cultura y las miles de personas que trabajan en el sector. La cultura nos hizo a todos muchísimo más llevadera la cuarentena encerrados en casa, pero parece que muchos ya lo han olvidado…
El movimiento Alerta Roja y la movilización que hubo el pasado mes de septiembre me pareció muy bonita y necesaria, sobre todo para crear una unificación sectorial de la industria, que por desgracia siempre ha faltado.
Da pena que se estén demonizando los actos culturales y que reciban ataques y exigencias constantes. Sin ir más lejos, la campaña de comunicación que hizo el ayuntamiento de Murcia o la campaña Pin, pan del propio Ministerio de Sanidad español son un ejemplo de esta demonización y del poco respeto que se tiene por algo tan importante como la cultura y las miles de personas que trabajan en el sector. La cultura nos hizo a todos muchísimo más llevadera la cuarentena encerrados en casa, pero parece que muchos ya lo han olvidado…
El movimiento Alerta Roja y la movilización que hubo el pasado mes de septiembre me pareció muy bonita y necesaria, sobre todo para crear una unificación sectorial de la industria, que por desgracia siempre ha faltado.
¿Quiénes son vuestras referencias en cuanto a música?
Marta: Cada una de nosotras mantenemos nuestros propios referentes musicales. Para mí son grandes referentes artistas como Ólafur Arnalds, Hania Rani o Max Richter. Y creo que de ahí un poco la riqueza del proyecto, que cada una aporta su universo musical, para llegar a un punto en común muy especial.
Grauwi: ¡Exacto! Creo que lo interesante de nuestro proyecto es, precisamente, que venimos de mundos distintos, por decirlo de alguna forma. Aún así, tenemos puntos de encuentro y gracias a Marta he descubierto a Hania Rani, por ejemplo, que ahora me gusta mucho. Si yo tuviera que nombrar algunos referentes, serían Maggie Rogers, Haim, Phoebe Bridgers o Tracy Chapman.
Grauwi: ¡Exacto! Creo que lo interesante de nuestro proyecto es, precisamente, que venimos de mundos distintos, por decirlo de alguna forma. Aún así, tenemos puntos de encuentro y gracias a Marta he descubierto a Hania Rani, por ejemplo, que ahora me gusta mucho. Si yo tuviera que nombrar algunos referentes, serían Maggie Rogers, Haim, Phoebe Bridgers o Tracy Chapman.
De momento solo hemos podido escuchar un poquito de vosotras como dúo, para los que se queden con ganas de más, ¿vendrán nuevos proyectos juntas en el futuro?
¡Sí! Estamos trabajando en nuevas canciones juntas. Ya estamos planeando la grabación del próximo single y la idea es que todo culmine en un EP (¡o álbum!). Igualmente no tenemos fechas concretas y queremos que sea un proceso muy orgánico, pero lo que sí que está claro es que publicaremos más música juntas.