No me considero activista como tal, me siento aliado. Yo no puedo sentir lo mismo que un niño trans o incluso un familiar suyo. Por mucho que uno quiera empatizar, ayudar o ponerse del lado de un sector que es una minoría, uno no puede sentir lo mismo. Me siento aliado, responsable, simpatizante, pero no activista como tal. Tengo un enorme respeto, pero también un enorme desconocimiento. Los activistas tienen un discurso mucho más armado, yo simplemente lo que hago es hacer un acercamiento para ponerle cara y poder visibilizarlo. Muchas asociaciones me lo dicen, dentro del lenguaje inclusivo hay muchos matices que no siempre utilizo de la manera correcta. Desde la humildad digo que estoy aprendiendo, e intento hacerlo de la manera más prudente, pero no soy un experto.