La comisaria de la exposición, Martina Millà, nos pidió que diseñáramos una colmena para los visitantes. Al investigar sobre la arquitectura de las abejas nos pareció interesante cómo se comunican entre ellas haciendo unos bailes en el aire. Por eso quisimos centrar la instalación en el ejercicio de comunicación, más que en el espacio físico de la colmena. A la vez, la colmena puede ser entendida como una arquitectura colectiva, en este sentido la comparación con el bloque de pisos es directa. Sin embargo, nos interesaba más preguntar cuál es la idea de comunidad que tenemos. Para eso cogimos, slogans políticos de toda clase de partidos europeos que apelaban a la comunidad, al grupo. Hicimos unas pantallas con abejas volando, cuando un visitante se acercaba se unían para formar las palabras de los slogans. De alguna forma, las abejas te preguntaban si en tu idea de comunidad también están ellas. Por ejemplo, con uno de los eslóganes utilizados, queríamos que las abejas apelaran al publico diciéndole: “Entre Totes, Tot”.