Vayamos al principio de todo esto, para quienes no sepan aún de qué estamos hablando. A finales del pasado verano, la pequeña localidad de Llagostera, Girona, acogió la primera edición de un festival de música alternativa y electrónica diferente. Hablamos, claro, de Festival'Era, un festival que busca la cercanía entre los grupos y el público, esa atmósfera mágica que generan los directos pequeños, y el contacto con la naturaleza. Por eso, la masía de uno de los organizadores, cargada de recuerdos y vivencias, sirvió como marco para este evento tan especial, donde se reunieron nombres tanto consolidados como emergentes de la escena nacional, entre ellos Bigott, Mendetz, Oso Leone o The Suicide of Western Culture.
Guille: En realidad la primera edición bajo el nombre de Festival’Era se celebró en 2011, pero era más una fiesta entre amigos que un festival de música. Lo mismo pasó en 2012 pero con un mayor aforo y fue entonces cuando decidimos hacer las cosas bien y “profesionalizarlo”. En 2013 fue la primera edición oficial del festival.
Javi: Hacía muchos años que le iba dando vueltas a la idea de montar un festival de música e iba apuntando ideas de localizaciones, aforo, idiosincrasia del festival, etc. en una pequeña libreta. Al final quedó el proyecto por escrito pero sin fecha de ejecución. No fue hasta que nos cancelaron un concierto en el País Vasco con nuestra antigua banda, DevianLynx, cuando decidí desempolvar la libreta y plantearles la idea al grupo. A las dos semanas montamos entre los cinco y a muy pequeña escala lo que es ahora el Festival’Era.
Los festivales de música los relacionas con las grandes ciudades en grandes llanuras cementadas y con la locura y el desenfreno, mientras que cuando piensas en naturaleza te vienen a la mente verdes bosques, tu alma en paz y pajaritos posándose en tu dedo. Si los juntas acaba apareciendo lo mejor de cada concepto y obtienes un “festival de locos en paz”, ¡lo que viene siendo “buenrollismo” asegurado! Este espíritu que se genera al mezclar música y naturaleza no es nada nuevo, se lleva haciendo desde hace 40 años. Nosotros no hemos inventado nada, hemos pulido lo que ya había.
Javi: Yo estuve viviendo doce años en esa masía y he crecido en ese maravilloso pueblo llamado Llagostera. De momento la repercusión y la aceptación de su gente ha sido muy buena, ¡al margen de las pobres abuelitas que no entienden nada y se quejan de que la música está muy alta! El pueblo no hace más que darnos facilidades para llevar a cabo la siguiente edición y luchamos codo con codo para situar a Llagostera como un pueblo de referencia cultural y musical.
Javi: Es la casa en la que pasé doce años de mi vida, en ella nací y crecí y ahora en la actualidad vuelvo a vivir con mi perro Tronco. Al margen de ello, por esa casa han pasado, vivido, e instalado centenares de amigos durante estos años y han ocurrido millones de cosas, algunas de ellas mágicas y otras trágicas. Con lo que la carga sentimental que tiene esa casa para muchos de nosotros, formen parte de la organización o no, ¡es brutal! En cuanto a la localización no se tuvo que pensar mucho, teníamos el emplazamiento, teníamos los permisos, ¡y ese sitio pedía a gritos montar un buen tinglado! (Risas).
Guille: Digamos que una sola fecha al año nos sabía a poco y aunque la organización y montaje del festival supone un gran esfuerzo y trabajo, las ganas por seguir creando espacios musicales nos da las fuerzas necesarias para llevar a cabo esta continuidad anual del Era. El hecho de trasladar el concepto del festival del campo a la ciudad creemos que es un paso natural. Nuestro público potencial hasta la fecha está en Barcelona, Girona, y alrededores, con lo que creíamos lógico llevar el espíritu del Era a sus casas ya que ellos vienen a la nuestra para el Festival’Era.
Guille: Esperamos que la gente se lo pase igual de bien que en el Festival’ Era y disfrute con la energía que se genera en estos clubes pequeños y llenos de encanto, donde hasta el último de la última fila tiene al alcance de la mano al artista. No sabemos a ciencia cierta cómo repercutirá esto en el Festival’Era, pero esperamos que positivamente. Queremos potenciar la marca Era y con ello su filosofía de actuación. Queremos llegar a más público e incrementar así el número de asistentes en futuras ediciones.
Javi: Podría llegar a serlo, sí, tenemos el lugar y el apoyo necesario para ello, pero… ¡Eso no va a pasar! Tenemos las ideas muy claras respecto al futuro del festival y hacia dónde queremos que vaya, y ninguna de ellas pasa por volverse un festival masivo. Queremos mantener siempre este aforo limitado para no perder nunca el carácter cercano y personal que nos caracteriza. El festival evolucionará, claro que sí, de hecho ya estamos desarrollando ideas y proyectos que llevaremos a cabo en el 2015 pero nunca lo hará en su tamaño ni aforo, tenemos un tope marcado por nosotros y hasta allí llegaremos.
Guille: Por gustarnos nos gustarían muchos grupos, ya que creemos que hay mucho potencial en las bandas de nuestro país y mucho talento todavía por descubrir, con lo que seguro que seguiremos apostando por el producto nacional. Eso no quita que puedan haber algunas sorpresillas… pero hasta aquí puedo leer. Como ya sabes, ¡lo bueno se hace esperar! (Risas).
Javi: Con buen sabor de boca, convencidos de que lo han dado todo esa noche, y con ganas de repetir.



