Imagina el sol caliente en las mejillas mientras sorbes un trago de tu Mai-Tai en una playa de aguas cristalinas. Extraperlo suena a vacaciones tropicales. Láminas de sonidos estimulantes empastados con punteos de guitarras y bases rítmicas impecables. Lo nuevo de la banda catalana, "Delirio Específico", desprende olas de calor muy bienvenidas en esta época del año.
Tiene que ver con el proceso de la producción de nuestro disco, a la vez que con muchas otras cosas, como una concepción válida del enamoramiento. La idea es hacer concreta la propia dispersión.
Queríamos trabajar este disco íntegramente desde el estudio, dándole mucha importancia a cada sonido desde el mismo momento de la grabación. Cada sonido que grabábamos tenía una función ya en la mezcla, fue apasionante. También teníamos claro que queríamos trabajar con Pablo (El Guincho) porque sabíamos que era muy afín a esa clase procesos.
Sería bestial que pudieran bailar mirando fijamente al escenario para no perderse nada de lo que está pasando ahí arriba.
Creo que ahora mismo, todos los conciertos que tenemos confirmados nos hacen mucha ilusión. Pero bueno, igual destacaríamos el concierto que tenemos en Donosti con Edwyn Collins, pues somos muy fans de todo lo que hizo con Orange Juice.
Con auténtica naturalidad, hay tiempo para todo. Por ejemplo, ahora Aleix está grabando unas canciones suyas y cuando llegamos el resto al estudio nos ponemos a ensayar. Desintoxicarse es muy bueno para todos, hace que volvamos al grupo con mucha ilusión y ganas de hacerlo mejor.
Coincidimos en buena parte de influencias, sobretodo porque todos tenemos una misma manera de entender el pop. Es eso los que nos convierte en poderosos cuando nos juntamos para hacer canciones, todos sabemos la idea que estamos persiguiendo. Una de esas bandas que andaban en un camino similar es Roxy Music, ellos nos sirven de referencia para muchas cosas.
Es un sonido cálido. Quizás tenga que ver con los acordes que tendemos a utilizar pero nos gusta generar esa sensación con los instrumentos, un halo de sensualidad entre las notas.