Todos hemos vivido cosas malas. Todos hemos visto gente mala, todos hemos hecho cosas malas. Aquí nadie es un santo. Yo en su momento tuve mis errores y he trabajado y sigo trabajando por mejorar y poder enseñar y dar ejemplo a amigxs, familiares y, sobre todo, a las próximas generaciones. Estamos en 2019, no en 1850. Yo creo que ya es hora de que haya más respeto, más igualdad, y se dejen de normalizar cosas con las que nos hemos criado desde pequeños, como la homofobia, el racismo, el bullying, etc. Sé que no soy el ejemplo perfecto, salgo fumando porros en casi todas mis historias y diciendo palabrotas, pero siempre desde el buen rollo, siempre buscando que haya respeto y que nadie intente pisar a nadie. Todos somos iguales y tenemos que querernos y apoyarnos siempre.