Con una ninfa como imagen de portada y ocho temas que relatan las ilusiones y sufrimientos típicos de cualquier historia de amor, Delaporte presentó en febrero de este año su primer LP, Como anoche. Nos sentamos a hablar con ellos del disco y mucho más antes del último concierto de su gira en la Sala Apolo de Barcelona.
Sandra Delaporte y Sergio Salvi forman este grupo de electrónica-pop ítalo-español que ya ha puesto a bailar (y saltar) al público de festivales españoles como el BBK Bilbao, Paraíso o Mad Cool, y también internacionales como Nuevo Fest (Philadelphia, USA) o Eurosonic Noorderslag (Holanda), entre otros. Conversamos con ellos sobre sus inicios, su trayectoria, sus referentes y aquello que los hace inseparables.
Remontándonos a vuestros inicios en solitario, ¿cuándo os disteis cuenta de que os queríais dedicar a la música? ¿Fue por algo que pasó o de alguna forma siempre lo supisteis?
Sergio: Yo desde que tengo memoria siempre he sabido que quería dedicarme a la música. De pequeño quería ser un miembro más de los Beatles y luego fui rebajando un poco las expectativas.
Sandra: Yo también, empecé a tocar el piano un poco haciendo el tonto con 7 años y desde que tengo memoria, en la bañera, en la ducha, en todas partes, me dedicaba a cantar canciones que me inventaba en idiomas que me inventaba. Siempre lo he hecho y siempre me ha encantado hacerlo. Es cierto que tuve una fase en la que quería hacer biología marina, pero siempre con la música. Es lo típico que tus padres te dicen que es difícil, que no es para vivir… Pero mi sueño siempre ha sido dedicarme a esto.
Sandra: Yo también, empecé a tocar el piano un poco haciendo el tonto con 7 años y desde que tengo memoria, en la bañera, en la ducha, en todas partes, me dedicaba a cantar canciones que me inventaba en idiomas que me inventaba. Siempre lo he hecho y siempre me ha encantado hacerlo. Es cierto que tuve una fase en la que quería hacer biología marina, pero siempre con la música. Es lo típico que tus padres te dicen que es difícil, que no es para vivir… Pero mi sueño siempre ha sido dedicarme a esto.
¿Cuándo y cómo os conocisteis?
Sandra: En Madrid, de la escena de jam sessions de música negra, de soul, jazz y demás. Sergio tocaba el piano en una banda de soul con la que tenía una jam session y yo venía de hacer el mismo tipo de música y lo conocía de ese mismo entorno. Pero yo quería hacer algo de electrónica puramente. Estuve buscando productores y nuestro técnico de sonido me dijo que él también producía y ahí nos conocimos. Sergio me enseñó a producir y todo eso fue adelante.
¿De lo musical te encargas más tú, Sergio?
Sergio: Aunque empezamos de esta manera, la relación se ha convertido en un dúo donde ambos lo hacemos todo: componemos juntos, producimos juntos, etc. Cuando se trata de meter letra, entonces es la obra de Sandra, mientras que yo me ocupo de aspectos más de ‘ingeniero’.
Sandra: Él sobre todo se encarga de las mezclas, hace que todo suene diferente. De hecho, yo soy un desastre, hago toda la parte musical previa pero no suena limpio y además está todo desordenado –porque soy muy desordenada–, y todo el tiempo que yo quizás hago una letra él está limpiando, ordenando, poniéndolo todo bonito. Es muy bueno en eso.
Sandra: Él sobre todo se encarga de las mezclas, hace que todo suene diferente. De hecho, yo soy un desastre, hago toda la parte musical previa pero no suena limpio y además está todo desordenado –porque soy muy desordenada–, y todo el tiempo que yo quizás hago una letra él está limpiando, ordenando, poniéndolo todo bonito. Es muy bueno en eso.
En febrero de este año lanzasteis vuestro primer disco, Como anoche, el cual definís como una historia de amor. Sandra, ¿te inspiras en experiencias propias para componer las letras o se trata de vidas imaginarias?
Sandra: No, es todo propio. Es todo mi experiencia personal, mi necesidad de ‘o lo cuento y lo vomito o exploto’. También cuando hablaba con mis amigos y veía que les pasaban más o menos las mismas cosas que a mí me inspiró mucho porque me di cuenta de que, en el fondo, a todos nos pasa lo mismo. Todos sufrimos y lloramos igual, mismo drama. Todo el mundo. Entonces intenté hablar de eso mismo visto desde fuera, desde la perspectiva de que todos somos humanos, que nada es ‘tan’ importante.
¿Podríais describiros el uno al otro en tres palabras?
Sergio: Impaciente, entusiasta y soñadora.
Sandra: Me da una calma, es ‘tierra’. Muy ordenado –excesivamente ordenado–, pero muy paciente, muy tranquilo y muy guapo.
Sergio: Después de cuatro años, ¡lo reconoces! (Risas)
Sandra: Me da una calma, es ‘tierra’. Muy ordenado –excesivamente ordenado–, pero muy paciente, muy tranquilo y muy guapo.
Sergio: Después de cuatro años, ¡lo reconoces! (Risas)
También a título personal, ¿cuáles son tres referentes vuestros en el mundo de la música y tres de otros ámbitos?
Sergio: En el mundo de la música, James Blake, Miles Davis y John Lennon. De otros ámbitos, un referente político para mí aquí en España siempre ha sido Julio Anguita. Una persona que admiro mucho también es Gino Strada, que es el fundador de la ONG italiana Emergency y activista en incontables causas; hoy en día hace falta ese tipo de espíritu. Y quizás, aunque ya no esté vivo, Albert Einstein, no tanto por su contribución científica, que también, sino por su lado humano. He leído la Carta de Dios (su epístola más icónica), y su compromiso con el progreso y la humanidad también me parecen admirables.
Sandra: Musicalmente diría Queen porque fue lo primero que escuché en mi vida, lo que siempre me ha marcado; Jamie xx, aunque últimamente no está sacando muchas cosas pero siempre me ha inspirado; y Diplo, me gusta mucho. En otros ámbitos, Rozalén es músico, pero me inspira mucho su compromiso social, cómo lleva de la mano su música con todo lo que piensa, con todo lo que siente, y cómo no tiene miedo de decirlo. Luego, Bertrand Russell, que tiene un libro muy guay que se llama La conquista de la felicidad, que me inspira mucho. Y Greta, la famosa Greta para el cambio climático; la sigo mucho en redes y me gusta mucho todo el cambio que está promoviendo.
Sandra: Musicalmente diría Queen porque fue lo primero que escuché en mi vida, lo que siempre me ha marcado; Jamie xx, aunque últimamente no está sacando muchas cosas pero siempre me ha inspirado; y Diplo, me gusta mucho. En otros ámbitos, Rozalén es músico, pero me inspira mucho su compromiso social, cómo lleva de la mano su música con todo lo que piensa, con todo lo que siente, y cómo no tiene miedo de decirlo. Luego, Bertrand Russell, que tiene un libro muy guay que se llama La conquista de la felicidad, que me inspira mucho. Y Greta, la famosa Greta para el cambio climático; la sigo mucho en redes y me gusta mucho todo el cambio que está promoviendo.
Empezasteis cantando en inglés, con el EP #One (2017), al que posteriormente le sucedió #Uno (2018), ya en español. Sandra, has afirmado en varias ocasiones que ahora te sientes más cómoda cantando en español. No obstante, ¿os planteáis volver al inglés o atreveros con otros idiomas?
Sandra: Al inglés no creo, la verdad, porque me canso. El español, efectivamente, como es mi idioma, es más fácil y me siento más a gusto. Si saliera alguna colaboración con alguien que pidiera que fuera en inglés, pues ya veríamos, pero así a priori, por decisión propia, no. Y en otro idioma, pues a lo mejor en italiano –están todo el día diciendo que cante en italiano. Quizá traduzco un tema nuestro al italiano, no lo sé.
Sergio: También, después de cuatro años, otra conquista: que soy guapo y que haremos un tema en italiano.
Sandra: Pero es que no hablo en italiano, sería una mentira todo. Me tendría que traducir todo Sergio y él ponerse a cantar y yo producir detrás. ¿Cómo lo ves?
Sergio: Yo traduzco. (Risas)
Sergio: También, después de cuatro años, otra conquista: que soy guapo y que haremos un tema en italiano.
Sandra: Pero es que no hablo en italiano, sería una mentira todo. Me tendría que traducir todo Sergio y él ponerse a cantar y yo producir detrás. ¿Cómo lo ves?
Sergio: Yo traduzco. (Risas)
¿Es cierto que vuestro salto a la ‘fama’ (nunca mejor dicho) fue debido a que vuestro tema Un jardín fue elegido la sintonía del programa Fama, a bailar a principios de 2018?
Sandra: La verdad es que ese año tampoco cambió mucho nuestra vida, fue más o menos lo mismo. Ha sido más bien este año con la gira que hemos tenido. El disco de Como anoche ha funcionado super bien y nos ha dado un montón de trabajo. Nos ha dado también muy poca vida personal, pero estamos muy contentos y felices.
Sergio: También porque la repercusión del éxito de Un jardín no se ha visto en ese verano inmediato sino en el siguiente, en la época de los festivales.
Sergio: También porque la repercusión del éxito de Un jardín no se ha visto en ese verano inmediato sino en el siguiente, en la época de los festivales.
¿Cómo era vuestro día a día antes de ese acontecimiento [de que Un Jardín adquiriera tal popularidad]?
Sandra: Yo antes estaba estudiando Psicología, ya acabé la carrera. Mi vida era estudiar psicología, dar clases a lo loco a gente, y por la noche trabajar como camarera. Y luego buscar tiempo para ensayar y sacar adelante Delaporte, que era lo que yo quería a muerte.
Sergio: Yo he pasado de tener muchos grupos a tener solo uno: Delaporte, que se ha ido apropiando de todo el tiempo material que tengo a disposición para trabajar. El cambio principal ha sido ese.
Sergio: Yo he pasado de tener muchos grupos a tener solo uno: Delaporte, que se ha ido apropiando de todo el tiempo material que tengo a disposición para trabajar. El cambio principal ha sido ese.
¿Y qué es aquello de lo que os sentís más orgullosos en vuestra trayectoria como Delaporte hasta la fecha?
Sandra: A nivel profesional, lo primero, poder ganar dinero de tu proyecto es bastante guay. Tener independencia económica solo con Delaporte y poder vivir bastante a gusto es lo que mola.
Sergio: Yo estoy muy orgulloso del equipo que hemos conseguido.
Sandra: Exactamente, el dinero es importante, pero lo más importante es que trabajamos muy a gusto juntos, con el equipo. Delaporte no somos solo Sergio y yo, somos quizá veinte personas detrás que reman hacia delante aunque no siempre haya beneficios inmediatos. Es como una gran familia y es muy difícil sentirse solo, algo muy habitual en esta profesión.
Sergio: Yo estoy muy orgulloso del equipo que hemos conseguido.
Sandra: Exactamente, el dinero es importante, pero lo más importante es que trabajamos muy a gusto juntos, con el equipo. Delaporte no somos solo Sergio y yo, somos quizá veinte personas detrás que reman hacia delante aunque no siempre haya beneficios inmediatos. Es como una gran familia y es muy difícil sentirse solo, algo muy habitual en esta profesión.
Ya sé que es algo que nunca se sabe, pero hablando desde el momento presente, ¿os veis trabajando juntos siempre u os gustaría emprender proyectos por separado más adelante?
Sandra: Yo me veo trabajando con Sergio de aquí a cincuenta años, a muerte. Espero no enfadarnos nunca, de hecho, no nos enfadamos, no sé por qué nos podríamos enfadar.
Sergio: La principal razón por la que yo por lo menos me involucré tanto en este proyecto al principio, antes que musical, era por la facilidad y la tranquilidad con la que se trabajaba con Sandra. Luego ya vino toda la parte musical, pero al principio todo lo que pensaba era, qué fácil es con Sandra, qué bien, qué a gusto, qué tranquilidad, qué falta de crisis, de conflicto, etc.
Sandra: Lo mismo digo. Somos muy flexibles. Si por ejemplo hay algo que musicalmente estamos componiendo y le digo, ‘jo, Sergio, quizás esta estrofa… vamos a quitarla’. O cede él o cedo yo. Es que soy muy killer y me quiero cargar siempre partes de canciones porque me aburren y quiero que llegue el estribillo ya; Sergio me llama la millenial impaciente. Pero siempre hay buena onda, nos parece todo bien. Trabajamos para la canción y no para el ego de cada uno, o por lo menos lo intentamos. Vamos a hacer que la canción funcione, fin, es lo único importante.
Sergio: La principal razón por la que yo por lo menos me involucré tanto en este proyecto al principio, antes que musical, era por la facilidad y la tranquilidad con la que se trabajaba con Sandra. Luego ya vino toda la parte musical, pero al principio todo lo que pensaba era, qué fácil es con Sandra, qué bien, qué a gusto, qué tranquilidad, qué falta de crisis, de conflicto, etc.
Sandra: Lo mismo digo. Somos muy flexibles. Si por ejemplo hay algo que musicalmente estamos componiendo y le digo, ‘jo, Sergio, quizás esta estrofa… vamos a quitarla’. O cede él o cedo yo. Es que soy muy killer y me quiero cargar siempre partes de canciones porque me aburren y quiero que llegue el estribillo ya; Sergio me llama la millenial impaciente. Pero siempre hay buena onda, nos parece todo bien. Trabajamos para la canción y no para el ego de cada uno, o por lo menos lo intentamos. Vamos a hacer que la canción funcione, fin, es lo único importante.
Habéis actuado en festivales españoles como el BBK Bilbao, Paraíso, Arenal Sound o Mad Cool y también en otros internacionales. ¿Dónde sería un sueño para vosotros actuar?
Sandra: Pues en Coachella, Glastonbury… Claro, tonta no soy.
Sergio: Todos los míticos. Seguimos llamando a las puertas del Sónar. Sónar, te queremos, quiérenos.
Sergio: Todos los míticos. Seguimos llamando a las puertas del Sónar. Sónar, te queremos, quiérenos.
Sandra, has sido imagen de Amazon Moda en España con una colección exclusiva. ¿Cómo defines tu estilo y tu relación con la moda y con el mundo de la imagen?
Sandra: La moda para mí es simplemente una forma de expresión más y una manera de comunicar más fácilmente lo que somos. Sin tener la moda de por medio es muy difícil ver claro el concepto que visualmente quieres transmitir. No sé cómo lo transmitiría sin moda, me costaría mucho. Porque con una portada de un disco no vale, tiene que ser algo global. Además, la moda brinda muchos recursos para seguir adelante, para tener pasta para poder invertir y poder hacer cosas más guays, con lo cual es muy importante para nosotros.
En cuanto a mi estilo, personalmente me gusta ir muy ‘chico’, el rollo tomboy. También me gusta mucho transgredir y ponerme cosas muy diferentes que jamás me pondría. Además, trabajo con un chico que se llama Charlie Narcotic que me ha ayudado mucho. Él me ayuda a abrir las propias fronteras de mi estilo, dentro de que me gusta sobre todo ir cómoda. En los conciertos necesito ir técnico y deportiva, porque si no, claro, me cargo la ropa. No es la primera vez que hago un agujero en unos pantalones porque no son flexibles. Y luego, tacones y todo eso me cuestan y prefiero no llevar. Esta semana tengo que llevar tacón y…como quien tiene miedo a volar, yo ya estoy pensando en ese momento como un sufrimiento innecesario.
En cuanto a mi estilo, personalmente me gusta ir muy ‘chico’, el rollo tomboy. También me gusta mucho transgredir y ponerme cosas muy diferentes que jamás me pondría. Además, trabajo con un chico que se llama Charlie Narcotic que me ha ayudado mucho. Él me ayuda a abrir las propias fronteras de mi estilo, dentro de que me gusta sobre todo ir cómoda. En los conciertos necesito ir técnico y deportiva, porque si no, claro, me cargo la ropa. No es la primera vez que hago un agujero en unos pantalones porque no son flexibles. Y luego, tacones y todo eso me cuestan y prefiero no llevar. Esta semana tengo que llevar tacón y…como quien tiene miedo a volar, yo ya estoy pensando en ese momento como un sufrimiento innecesario.
¿Os gustaría probar suerte en otros ámbitos creativos como el diseño, la interpretación…?
Sandra: Yo como actriz soy una mierda, francamente.
Sergio: Yo no veo ahora mismo el tiempo para ir al baño, imagínate para probar otro ámbito.
Sandra: Tengo en mente un proyecto, pero es musical. Consiste en producir sesiones de house tipo club y dárselas a la gente para que haga sus cosas. Pero eso ya lo haré si tengo tiempo. Y así, extra musical, la verdad es que no sé, como no sea escribir un libro… Pero la verdad es que me da mucha pereza ahora, no tengo tiempo. Paso palabra.
Sergio: Yo no veo ahora mismo el tiempo para ir al baño, imagínate para probar otro ámbito.
Sandra: Tengo en mente un proyecto, pero es musical. Consiste en producir sesiones de house tipo club y dárselas a la gente para que haga sus cosas. Pero eso ya lo haré si tengo tiempo. Y así, extra musical, la verdad es que no sé, como no sea escribir un libro… Pero la verdad es que me da mucha pereza ahora, no tengo tiempo. Paso palabra.
¿Cómo lo hacéis para estar al día de las tendencias? ¿O tratáis de no fijaros en lo que está pasando a vuestro alrededor y crear algo 100% vuestro?
Sandra: Hay que fijarse. Además, las nuevas tendencias inspiran un montón. Viendo nuevas tendencias detectas algunas que van más allá de las actuales y eso es a lo que hay que prestar atención. Nos fijamos a través de Instagram, Spoty (Spotify), o revistas también.
Sergio: Spoty un montón. Y también nuestros ‘camellos de música’ van variando. Son amigos que nos van pasando cosas. De repente conozco a una persona que controla mucho un estilo y me va pasando música. Es importante ir conociendo camellos musicales.
Sandra: Sí, porque además, cuando no hay música fresca, entro en crisis, me pongo muy triste. Por suerte, los camellos musicales siempre lo solucionan.
Sergio: Spoty un montón. Y también nuestros ‘camellos de música’ van variando. Son amigos que nos van pasando cosas. De repente conozco a una persona que controla mucho un estilo y me va pasando música. Es importante ir conociendo camellos musicales.
Sandra: Sí, porque además, cuando no hay música fresca, entro en crisis, me pongo muy triste. Por suerte, los camellos musicales siempre lo solucionan.
Habéis realizado diferentes colaboraciones, de entre las cuales destaca Adrenalina con Delafé, que presentasteis el pasado mes de abril. ¿Con quién más os gustaría colaborar?
Puestos a soñar, con James Blake, con Diplo, con Bad Bunny, con Residente, con Bomba Estéreo, con Björk, con Arca, con SOPHIE… Mucha gente que amamos porque son artistas que nos inspiran un montón. A nivel España, estamos hablando con algunos pero no se puede decir.
Era la siguiente y última pregunta: ¿podríais avanzarnos próximos proyectos de Delaporte?
A principios del año que viene salen nuevas cositas, pero no podemos decir nada más.