Detesta el término ‘minusvalía’, pero él mismo es, según la sociedad, un ‘discapacitado’, un ‘no apto’. Este hecho le ha convertido en una persona que ha tenido que luchar contra las limitaciones y condicionantes de un sistema excluyente, discriminatorio. Por eso –y por muchas otras razones– seguirá en su misión de ir a contracorriente, aunando instalación, prosa y escultura, y desafiando las convenciones sociales que se pongan ante él. Nos sentamos a charlar sobre su trayectoria, la nueva era del arte con Instagram, y qué planes de futuro tiene.