Trabajar con Sebastián ha sido un sueño, de la misma forma que digo que me encantaría trabajar con Almodóvar, Woody Allen o Sofia Coppola, trabajar con él fue como un primer gran sueño, toqué una estrella. Sebastián Leilo es un hombre hermoso, sensible, capaz de mirar a las mujeres con una cercanía y una delicadeza que te permite crear con él películas como Gloria o Una mujer fantástica. Ha sido mi maestro en el cine, mi profesor, y me ha enseñado muchísimo.
Su forma de ver la vida es enriquecedora y su trabajo es muy inspirador para mí. Estoy muy agradecida y voy a estarlo hasta el último día de mi vida. Es un hombre fantástico, en quien confío y al que quiero mucho. Siempre que estoy con él reímos, bromeamos, pero también nos ponemos serios cuando hay que trabajar (risas). Tenemos ese tipo de complicidad con la que te entiendes solo con la mirada. Ahora nos vemos poco y me gustaría hacerlo más, él está con sus nuevos proyectos, yo con Una mujer fantástica, vivimos lejos, etc. El tiempo dirá si volvemos a hacer otra película o, si tal vez, la pide el público.