En muchos casos, mis piezas se presentan en dos partes: una acción documentada (ya sea en video u otro soporte) y un elemento específicamente producido para ejecutar la acción. En el caso de Salvar un elefante, la acción consiste en recuperar una pieza que hice años atrás, un elefante de alambre a tamaño real. Lo hice en el edificio anexo de la facultad de Bellas Artes, llamado Edificio Parchís. Está un poco apartado y allí, sobre todo, se produce obra. Al terminarlo resultó ser tan grande que no podía sacarlo del edificio. Lo dejé colgado ahí durante los tres años siguientes y la situación se sostuvo hasta que terminé la carrera. Entonces tenía que sacarlo sí o sí y encontrar un lugar dónde dejarlo.
En verano, muchos de los alumnos de Bellas Artes vuelven a sus casas fuera de Barcelona y dejan sus materiales en el Parchís. Con estos materiales construí la grúa, que se convirtió en el objeto residual de la acción. Dani, entre otras cosas, sabía cómo abrir el candado del tejado con unas ganzúas que se fabricó él mismo. Uno de mis amigos despistaba al bedel mientras los demás subíamos la grúa al tejado. Era desmontable porque el acceso es muy pequeño y teníamos que subirla por partes. Una vez arriba la montamos y sacamos el elefante por el patio interior, desmontando las ventanas. Al final, todo salió bien y lo dejamos allí, en el tejado. Estaba en el mismo edificio, pero nadie podía verlo.