El ejemplo de este compromiso está en la obra que van a presentar. Eligen como centro de su obra a una mujer olvidada por la historia, juzgada y desterrada de su país por su ideología política. Pero, además de reivindicar la figura de la mujer, son firmes defensoras de la liberación animal. “Actuar sin tener en cuenta la ética y dañar a otros animales, sin haber necesidad de ello, nos hace peores como sociedad. Y tenemos la capacidad de hacerlo mucho mejor. Solo falta que lo creamos”, nos dicen. Con la lucha y la reivindicación como bandera, Jessica y Carla se han servido del arte para afianzar su compromiso con las causas que consideran justas.