Son muchas las marcas que buscan asociarse a un artista concreto, convirtiéndole en el embajador por excelencia de su proyecto. Combinaciones efectivas en las que la música o el cine se encuentran con la moda, generando un impacto incomparable sobre una audiencia ansiosa por saber de quién visten sus ídolos y por qué firmas apuestan sus personajes favoritos. En el caso de Compte, el vínculo con Belén Aguilera, primera artista en posar con una de sus prendas en un photocall, se fraguó de forma completamente orgánica. “El mismo día que salió Belén con el vestido lancé Compte en redes, sin desvelar mucho más. La verdad es que ese día sentí que iba por el buen camino”, confiesa el diseñador. Y es evidente que la dirección que ha tomado es la correcta.