Más que una convivencia de corrientes yo lo vivo más como un bucle de copy-paste muy predecible. Las tendencias las marcan algunas minorías, llámalo underground, visionarios o iluminatis. Una vez se consolida la tendencia, el mainstream –que toma cero riesgo como leitmotiv– apuesta por lo seguro para complacer a las masas, y lo convierte en tendencia oficial. Creo que vivimos un momento de descontrol en la autoría de ideas y que la gente ya no tiene ningún pudor en copiar. Lamentablemente en este país pasa mucho. Se copia y se copia bien. Mi máximo referente cultural son las vanguardias. Me fascina como revolucionaron el mundo del arte en su momento, su perseverancia, y el legado que nos han dejado. Ahora estamos muy engañados con la gratificación inmediata que nos dan las redes sociales, y suelo recurrir a ver documentales de las vanguardias y de artistas que admiro del pasado para acordarme de lo importante que es tener paciencia, que lo que cuenta es el camino, disfrutar y el aprendizaje. Otros referentes culturales random: artistas universales, arte feminista, la fotografía del siglo XX, la era de internet, el modus vivendi del mediterráneo, etc.