Nos hemos inspirado en gordos, flacos, ejecutivos, comida, ancianos. La antítesis inspiracional que se sigue normalmente a la hora de diseñar. Hay prendas significativas como monos de seda transparente inspirados en la indumentaria de las fábricas de alimentación. Un abrigo de plumas deconstruído con cuello de pico, que maximiza el volumen de la figura y al que añadimos una servilleta para la hora de comer. Un bolso-mantel de comedor, un traje de coma con cinturón de anillo para fijar el traje a la cintura, inspirado directamente en el anillo intragástrico. Un vestido con piercing transparente que por detrás lleva pinzas de ajuste como si fuera XXXL, zapatos sin suela como de homeless, el zapato con tacón de base de muleta o bastón intercambiable…