No, de hecho me gustan mucho. Comprar ese piso fue el inicio de todo porque aprendí a arriesgarme en este tipo de proyectos. Sabía que podía perderlo todo, e incluso los arquitectos me dijeron que no lo hiciera, que la estructura era un desastre. Al final, lo compré de todos modos y la encargada de la reforma fue la arquitecta italiana
Barbara Apolloni. Nos volvimos locos pero valió la pena, al final salió un proyecto tan divertido que
Kirsten Dirksen, una filmmaker que se dedica a hacer vídeos de pequeños apartamentos del mundo, contactó conmigo para mostrar mi apartamento. Y
su vídeo resultó ser la bomba: en Youtube tiene ya unos 23 millones de visitas.