Lo más desafiante ha sido todo el tiempo que tiene que pasar hasta conseguir juntar la financiación que requiere una película. Lo más frustrante es esperar las subvenciones, preparar los dosieres, la incertidumbre de si te las darán… Producir un largometraje no es barato, es algo muy complejo.
En nuestro caso, han pasado mínimo 5 años desde que surgió la idea hasta conseguir todo lo necesario para llegar a rodar, ha sido realmente un reto. Yo había hecho muchos cortos autofinanciados y, luego, más profesionalmente, con productoras. Pero, hacer una nueva película desde cero y que, además, sea la primera siempre toma mucho tiempo.