Huyendo de tópicos, reconoce que el trabajo de profesor, además de ser difícil de compaginar con la carrera profesional, no siempre es gratificante –aunque eso no evita que le brinde a sus alumnos consejos tan brillantes como que los premios solo son importantes cuando los ganas tú. Es un acérrimo defensor del humor, aunque considera que, en realidad, hace más falta en la vida que en el diseño. Carles Murillo ejerce su vocación con reglas propias, fruto de muchos años de trabajo, de nuevos retos y, sobre todo, de “la lucha constante por no ser etiquetado profesionalmente”. Con motivo de su participación en la primera edición del festival Fes ESDesign de Barcelona, hablamos con él sobre su visión del diseño, su pasión por este, y cómo ve el futuro del sector.