Lejos de esa influencia se sitúa la obra de Carles Congost, aunque el ambiente familiar estaba relacionado con los círculos artísticos de la comarca, siendo su padre un artista consagrado. Volver al mundo de la infancia puede ser una oportunidad para seguir trabajando desde una ética personal que va ligada a su vida. No ha escogido el camino más transitado ni el más estable, pero, ¿no es en la incertidumbre y en la duda dónde tiene que instalarse el artista?