“El ADN lo construimos juntas, y aunque Elena ya no me acompaña físicamente, lo hace de otras muchas maneras”, comenta la fundadora de Buj Studio, Raquel Buj, quien hace 5 años se lanzó a emprender de la mano de Elena Zapico un proyecto en el que aunaban su pasión por la moda y la arquitectura, Zap&Buj. Juntas se alzaron con el premio Samsung Ego Innovation Project y abrieron la puerta a una visión del textil hasta entonces inexplorada en nuestro país, construida sobre la sostenibilidad, la aniquilación de fronteras entre disciplinas artísticas y la creatividad más absoluta. Ahora, Buj Studio mira hacia delante manteniendo el espíritu innovador y rebelde con el que el tándem artístico revolucionó el paradigma en su momento.
Raquel no duda en reconocer la labor y profesionalidad de todos los miembros de su equipo, agentes responsables de aterrizar las ideas en diseños que no dejan a nadie indiferente. Un gesto que evidencia su humanidad y compromiso con la profesión que, lamentablemente, brilla por su ausencia en la industria. “Destacaría muchas cosas, una muy importante sin duda es la experiencia de toda la gente que he ido encontrando en el proceso y han ido formando parte del equipo en distintos momentos”, responde cuando le preguntamos por su última propuesta, Nidos, desvelada en una de las presentaciones más emotivas que se recuerdan en la pasarela madrileña. Pero, ¿cómo se mantiene una firma cuyas colecciones se desprenden de la perspectiva comercial? Lo descubrimos.