Brigitte Laverne no es ninguna actriz de los años setenta aunque su nombre lo evoque, sino una de las jóvenes promesas de la música electronica nacional. Su carrera, aunque corta por el momento, es muy concisa, y de hecho el año pasado se convirtió en la única española en viajar a Tokio y formar parte del proyecto Red Bull Music Academy. A la espera del lanzamiento de su primer EP y su participación en esta edición del Sonár, Alexia Taulé nos habla de cómo dio vida a su alter ego y cuál es la historia que tiene que contar.
Como todo proyecto, no fue algo que pasó de la noche a la mañana, sino que una cosa llevó a la otra progresivamente. Todo empezó cuando encontré un viejo Casio en el garaje de mi padre y un colega me dijo que podía conectar el portátil y usarlo como sintetizador, luego fui añadiendo bases con beats electrónicos, y un poco más adelante este mismo amigo me regaló un micro para que empezara a grabar voces. El resto de la historia ya la conocéis.
Creo que la etiqueta que mejor se refiere a mi música es “synthpop”, por aquello de que son bases orientadas a pista de baile con sintes y voces melódicas. Mis influencias van desde música de los 80 a grupos más actuales que pertenecen a la nueva oleada de electrónica retro y wave.
Mi manera de componer suele ser siempre la misma: empiezo buscando el sonido más grave de la canción, que tiende a ser un arpegiador o un sinte en forma de bajo, luego voy añadiendo melodías con diferentes sonidos de sintetizadores, unos beats (que antes solían ser más clubbers, ahora tiro más a cajas de ritmos antiguos) y por último siempre la voz y su respectiva letra; este último paso suele ser el más complejo, al menos para mí.
Fue una de las experiencias más intensas de mi vida y dentro de un escenario inmejorable como fue Tokio y la increíble academia que ha instalado Red Bull en el centro de Shibuya. Aprendí a convivir y trabajar con otros músicos, a ver la música desde otra perspectiva, nuevas técnicas de composición y a llevar el trabajo de estudio al directo. Sin mencionar la cantidad de músicos (y amigos) que llegué a conocer. ¡Simplemente fantástico!
Creo que en España no hay tanta cabida para proyectos más electrónicos o experimentales, la industria musical se centra más en otros estilos, pero cada vez hay un poquito más de movimiento y eso me tranquiliza, aunque está claro que tengo ganas de llevar mi música a un nivel más internacional.
Muy nerviosa, pero emocionada. Es un momento muy mágico y único en mi vida, suena a tópico pero esto que estoy viviendo es un sueño. Por otro lado, igual que mi música ha ido evolucionando, mi ambición ha ido creciendo, por lo que en Sónar presentaré mi nuevo directo que incluye a otros músicos en el escenario, ¡el resto tendréis que venir a descubrirlo!
Toqué con un bajista amigo mío en el primer concierto que hice en mi vida, simplemente por darle un toque más live y porque él quiso ayudarme, pero fue la única vez que he subido al escenario con otro músico. Decidí que ya que hacía toda mi música sola, para los directos quería respetar esa fórmula, aunque como he mencionado antes en el Sónar presentaré mi nuevo directo, que refleja un poco la esta evolución que ha tenido mi música.
Dorian Concept es uno de esos conciertos que no podéis perderos, yo flipo mucho cada vez que les veo.
Se habla de una tal “escena electrónica” en Barcelona y personalmente creo que aun es un poco pronto para ponerle nombre a lo que está ocurriendo, pero sí opino que hay muchísimo talento, propuestas muy cañeras y sobre todo mucho movimiento, que es lo importante.
Ahora mismo tengo ganas de publicar mi primer EP con Foehn Records, que acabo de grabar en los estudios de Red Bull en París, y de tocar tanto en salas como en festivales para presentarlo. Tengo pensado sacar un LP, pero no sé ni cómo ni cuándo será.