“Branu es un conjunto de ideas que parte de una sensación: los veranos en el pueblo. Queríamos hacer referencia al lugar de donde proviene esta artesanía, el antiguo Reino de León, e hicimos uso de su lengua romance, el llionés, que al igual que la artesanía del mimbre se está perdiendo. Branu significa ‘verano’ en leonés”, nos cuenta uno de sus fundadores. Esos veranos en el pueblo de Villoruela (Salamanca) fueron la inspiración de Cristian Herrera Dalmau y Javier Rodríguez –artista y creativo publicitario– para recuperar este material típico de la región muy demandado durante los años 70 y 80 gracias a sus laboriosos artesanos, que favorecieron el despegue económico del pueblo.
Javier lamentaba que este arte centenario se fuera diluyendo, tal y como ocurriera con otros tantos oficios locales, principalmente porque la producción venía de fuera. Un motivo suficiente para dar un paso más y recuperar sus raíces familiares –Javier desciende de artesanos–, proponiéndose continuar con el negocio familiar que cerró su abuelo en los 80, a la vez que rescataba aquellas historias desaparecidas con el tiempo. “Vamos muy enfocados a lo nuevo, lo diferente. A esas cosas que siempre han estado y no hemos valorado como debíamos”, afirma.