Han pasado ya tres años desde que el cantante Borque lanzó su último proyecto. A pesar de la extraña situación por la que estamos atravesando, nada ha impedido estar de vuelta con su nuevo single, Compañeros de piso, un drama generacional totalmente inspirado en los tiempos de pandemia que corren actualmente y que, como dice el propio Borque, “tenéis que escuchar ahora mismo”. El single está dentro de su próximo proyecto, el álbum Todo mal, del que pronto podremos disfrutar.
Hace tres años que no escuchábamos algo nuevo tuyo, ¿qué te ha hecho estar de vuelta otra vez y, además, en estos tiempos que corren?
Llevo tiempo trabajando en nuevas canciones y tengo muchas ganas de publicarlas, pero sin duda lo que me ha hecho volver de esta manera tan repentina es la temática del single. Es una canción que tenía que salir ya, es de estos tiempos. Es de que la tenéis que escuchar ahora mismo. Al principio me daba un poco de vértigo sacar cosas en estas circunstancias tan raras, pero aunque pareciese un suicidio estoy muy contento con el feedback que está teniendo.
Ha habido ciertos cambios en tu trayectoria artística después de que sacaras tus últimas canciones en 2017, pero aún así, te mantienes fiel a tu esencia, ¿cuáles son tus constantes y tus variables?
Sí, creo que he madurado musicalmente, o al menos eso quiero creer. Mis constantes son las letras directas y mayormente trágicas combinadas con melodías pop pegadizas. Lo que ha cambiado es el sonido, creo que sueno más fresco.
Compañeros de piso, tu nueva canción, habla de una historia de amor en circunstancias adversas, un drama generacional y costumbrista con un vídeo realizado por Inés Pintor y Pablo Santidrián que además contiene fragmentos grabados en tu casa por tu pareja y por ti. ¿Cómo has vivido el confinamiento y cómo ha afectado a tu proceso creativo?
Pues la verdad es que el confinamiento le ha dado a mi proceso creativo el boost que necesitaba. Me ha ayudado a encontrar el tiempo que necesitaba para retomar la música. En general, creo que a todos nos ha ayudado a ordenar un poco nuestra vida y a saber parar y pensar en lo que hacemos y en lo que querríamos hacer.
Borque Metalmagazine 3.jpg
He leído que utilizas la música como vehículo para sobrellevar emociones (desamores, frustraciones…), ¿por qué Todo mal como título de tu primer LP? ¿Ha sido este proyecto una forma para ti de desahogarte o de expresar cosas negativas que has sentido?
Porque es la frase que mejor resume mi forma de vivir. Soy una persona bastante optimista, pero hay veces en las que todo mal… Me cuesta bastante reconciliarme con mis errores o quitarme un fracaso de la mente, por eso intento plasmarlos de algún modo, y la verdad es que las canciones me sirven totalmente para canalizarlos.
De hecho, en el disco hay una canción, Autoperdón, que espero que me sirva para quedarme a cero en el marcador de pensamientos infernales que se alojan en mi cabeza. Además, el disco va a ser una muestra viva de lo que no se ha de hacer en un disco. Por eso, todo mal. Con él quiero desafiar las leyes de lo que está bien y lo que está mal, porque al final, ¿quién las ha legislado?
¿Tiene Todo mal algo de diario o de autobiografía en forma de LP?
La mayoría de canciones que compongo hablan de mis vivencias, amores, desamores, alegrías y tormentos. Supongo que de lo que más sabe uno mismo es de lo que le ha pasado.
Compañeros de piso es tu nueva canción y presenta un poco tu primer LP, que verá la luz próximamente, ¿cómo sonará tu nuevo proyecto? ¿Nos puedes adelantar un poco con qué nos encontraremos?
Siempre he mantenido la convicción de que en un disco tiene que haber variedad, que no todo puede sonar a lo mismo. Por eso he querido contar con diferentes productores. Ahora mismo sigo trabajando con el de este single, Will Zárate, con el grupo Orquesta, que son los nuevos Astrud y que me parecen lo mejor que nos ha dado en 2020, y con Stefan Storm, de mi grupo favorito, The Sound Of Arrows, con el que a día de hoy (a punto de terminar la canción) aún sigo sin creerme que estemos creando algo juntos.
“Me cuesta bastante reconciliarme con mis errores o quitarme un fracaso de la mente, por eso intento plasmarlos de algún modo, y la verdad es que las canciones me sirven totalmente para canalizarlos.”
Defines tu música como “pop fácil escrito por una persona complicada” o “indie pop dramático”. En Compañeros de piso, por ejemplo, hablas de tus sentimientos profundos pero al ritmo de una melodía más alegre con toques tropicales, ¿te has planteado alguna vez crear algún tema con un sonido diferente, quizás, más dramático al igual que las letras?
Pues alguna canción a tope de triste sí que hay en el disco, pero la verdad es que cuando compongo, supongo que por el tipo de música que escucho, siempre me voy a melodías alegres, todo escalas mayores. Pero no descarto adentrarme en el tenebroso mundo de las escalas menores. A nivel sonido, sí, estoy ya conceptualizando lo que vendrá después, y hay mucho sonido oscuro y mucha producción de electrónica triste.
¿Qué es lo que te inspira en tu día a día?
Lo cotidiano. Carly Rae Jepsen. El poliamor. Marco Frías. Los objetos inanimados. Zahara. Crear armonías con las canciones que me pongo como si fuera una corista de todas ellas. Parchís. El libre albedrío. Amaia. Cintas de VHS sin desprecintar.
Publicaste el libro Errores y otros aciertos en marzo del año pasado, ¿qué te llevó a expresar tus errores y equivocaciones en formato libro en vez de canciones, como habías hecho hasta el momento?
La verdad es que es un proyecto que me vino sin pedirlo ni pensarlo. La editorial Hidroavion se puso en contacto conmigo para proponerme escribir un libro y, pese al vértigo inicial y tras el ánimo de varixs amigxs, decidí que definitivamente he tenido una vida atípica digna de ser contada de una forma también atípica. Estoy contentísimo con el resultado y me muero del amor cuando recibo mensajes de gente a la que el libro les ha hecho reír, flipar o aceptarse un poco más.
Borque Metalmagazine 2.jpg
Anteriormente eras Niño Fixo y solías estar más activo en tu faceta de DJ, ¿por qué has decidido alejarte de este mundo?
Se sumaron muchos factores. Por un lado, estar todas las semanas trabajando y pinchando en mi sesión, Cuenca Club, hizo que pinchar en otros sitios y eventos no tuviera demasiado sentido. Ya no lo cogía con las mismas ganas y al final tampoco me dejaba el tiempo ni la energía suficiente para dedicarle a mi proyecto musical. Por otro lado, llevaba siendo Niño Fixo más de diex años. Era el momento de cerrar etapa antes de que Niño Fixo se convirtiera en Señor Fixo.
¿Qué supuso para ti crear un evento tan emblemático e icónico dentro del mundo queer como el Cuenca Club?
Pues la verdad es que toda una sorpresa. Como todo lo que hago, lo empiezo haciendo de una forma completamente despreocupada y sin pretensiones de nada. Si va bien, bien, y si no, pues también. Empecé haciendo la sesión pensando que bueno, vendrían mis amigos, bailaríamos canciones que nadie más ponía y sanseacabó. Y cuando me quise dar cuenta, venía una media de mil personas por noche.
La verdad es que ahora que soy consciente de ello, me hace muchísima ilusión que mi fiesta, que es cero pretenciosa, se haya convertido en referente y en ese lugar seguro en el que puedes ser tú mismx para esta generación queer. La verdad es que me puedo morir ya.
Aparte de escritor y músico, he leído que también eres actor, doblador y modelo. ¿Cómo te sientes en estas disciplinas? ¿Te gustaría seguir explorando por estos caminos o, incluso, otros diferentes que nunca hayas probado?
Bueno, lo de modelo más que serlo, lo fui. De hecho, mi primera editorial publicada fue en el primer número de METAL. Y me encanta estar volviendo a ella catorce años después. Como actor he hecho algunas cosillas en teatro y algún capitular de una serie, pero definitivamente no es lo mío. Me pongo meeeeega nervioso. Y el tema del doblaje es algo que me parece un mundo alucinante. He hecho alguna cosa para anuncios, pero mi sueño es doblar canciones para películas Disney. Eso sería una fantasía 2000.
Borque Metalmagazine 1.jpg