Marta: La primera vez que se me ocurrió la idea de exponer en conjunto fue estando de vacaciones en Mallorca. Durante las horas muertas ambas nos dedicábamos a dibuja, y cuando miraba los dibujos de Blanca no podía parar de ver estampados por todas partes. Formas que se reiteran creando auténticos estampados tribales que a las vez son arte. Siempre he considerado los estampados como un arte, pero a la gente que sigue únicamente las carreras textiles, la forman para ser máquinas de crear estampados, muchas veces cogiendo estampados ya hechos y recreándolos otra vez, lo que al final resulta poco creativo. Así que para crear algo realmente original hay que patear varios campos, experimentar varias técnicas y no estar agarrado a vicios. Al ver que Blanca tenía todo eso, me pareció la persona perfecta para hacer esta exposición.
Marta: En mi imaginario hay cosas bonitas, idílicas, mágicas y nostálgicas, como profundas y oscuras a la vez. Existen estos dos lados, aunque siempre me esfuerzo más por ofrecer el “bonito” y colorido. Desde pequeña me puedo pasar muchas horas sola, imaginando escenarios, imágenes, personajes e historias que nunca existirán. Supongo que eso se observa un poco en mis creaciones, pero aparte del mundo imaginario que funciona sólo, también encuentro mis influencias en la pintura clásica, principalmente en la época Prerrafaelita, en la mitología griega, en la pintura china, en la ilustración científica y en cualquier cosa sin sentido que me pueda inspirar.
Blanca: Toda la vida he repetido motivos cuando dibujaba y supongo que en gran medida, de manera terapéutica. Hacer estampados me parece rellenar el vacío de una manera coordinada y armoniosa, lo cual tiene algo de catártico. Es un poco como cuando hablas por teléfono y te evades en el papel dibujando cosas que ni sabes que estás dibujando hasta que cuelgas. Hacerlo a conciencia, a mi parecer, tiene algo relacionado con la meditación. Y sí, siempre he tenido en mente hacer una pequeña colección de lo que fuera (en este caso pañuelos) así que cuando surgió la oportunidad, y gracias a tus consejos y tu profesionalidad (risas), no he dudado en apuntarme. Mi padre, para confeccionar sus colecciones, por lo general compraba los tejidos ya estampados, así que si te refieres a si de alguna manera me empapé del mundo del pattern a través de su oficio, tampoco fue directamente así. Si es cierto, que recuerdo mirar los libros de arte y moda que había por casa muy asiduamente.
Blanca: Todo lo tribal, sobre todo si pertenece a África o Sudamérica, es lo que siempre me ha parecido más estético y me ha influenciado más. Quizás es porque tiene algo más de geometría y color que oriente en general. Pero realmente me gustan muchas cosas y siempre estoy profundizando en algo sin una tendencia demasiado marcada. Aunque también he de decir que, por el momento, encuentro gran parte de mi inspiración en los años ochenta del siglo pasado, y creo que se podrá ver reflejado en la exposición y en los pañuelos que presentaré.
Marta: Cuando estudiaba en Oporto Design Textil con especialidad en estampación, mis colegas se divertían tomándome el pelo y llamándome “la nueva Sonia Delaunay”. Yo pintaba directamente sobre el papel en formatos enormes y sin respetar las reglas de rapport, pero desde que estudié pintura me he vuelto más delicada y detallista. Así que, aunque ya haya trabajado con varias técnicas, en este momento casi todos mis motivos son pintados en acuarela y montados en ordenador. La parte más importante es sin duda la de la pintura, pero la más divertida es sin duda la del montaje. Ese momento en que empiezas a juntar los motivos y a montar rapports, y que dependiendo de la posición y color que le pongas, dan estampados completamente distintos. ¡Es maravilloso! Hay tantas posibilidades y se pueden descubrir tantas cosas, que se agradece a la hora de crear.
