La moda fue la mejor vía que encontró
Rebeca Escudero para entender el mundo, y así nos lo transmite ella a su vez, con su mirada particular, artística y poderosamente reflexiva. El resultado tras varios años de trabajo en firmas de alta costura fue crear su propia línea, que combina el diseño atemporal y ético con la pintura. Ella misma se declara más diseñadora que pintora, pero lo cierto es que tanto da: sus diseños se convierten en piezas artísticas e inconfundibles. El producto final que crea Rebeca son prendas de una gran sensibilidad artística, funcionales y conscientes a la vez que bellas, con dibujos en óleo, tinta china, carboncillo, pasteles o acuarelas. Hablando con ella de su trabajo no podemos más que augurarle un futuro muy prometedor, al que sin duda vamos a seguir la pista de cerca.