Creo que empezar una carrera como ilustración por cuenta propia desde Barcelona o Madrid es mucho más sencillo que hacerlo desde Palma de Mallorca u otra ciudad con menos movimiento. Al fin y al cabo cuando empiezas, a menudo tienes que ir haciendo equilibrios con otros trabajos de supervivencia, y al menos antes de la pandemia había bastante oferta en estas dos ciudades; además de la cantidad de eventos, ciclos, festivales y spots que necesitan la mano de ilustradores.
También siento que, desde las propias islas, existe un poco de resistencia a dar posibilidades a creativos locales, por ejemplo, cuando contratan a una agencia de Barcelona para hacer una gráfica de un evento que sucede en la isla. Es una cosa que estaría bien poder cambiar.