Son muchos los artistas que en los últimos veinte años han ocupado el espacio público para expresar sus inquietudes desafiando las normas y la propiedad privada. Para algunos, situar el arte en contextos no artísticos es la forma más directa de comunicarse con el público. Con los años, la escena artística callejera se ha consolidado en muchas ciudades europeas y ha sido la plataforma de difusión de la obra de street artists que ya han entrado en los museos. Anton Unai es un artista urbano que no hace concesiones. Su estilo inclasificable le permite transitar sin parámetros rígidos y el resultado es una obra que no obedece a ningún límite.
Prisionero de sí mismo en Tear Drops, su nuevo trabajo audiovisual, el artista comparte su búsqueda particular en un viaje hacia la nada. Su obra suscita tanto interés para las marcas de denim como en las calles de Berlín. Sus intervenciones en el Bread and Butter y sus acciones en plena calle son antológicas. Su técnica solo depende de las casualidades y los accidentes planeados con precisión.
A final de los años noventa me mudé de la calma chicha de un cañaveral junto al mar a vivir una Barcelona en auge, convertida en una de las grandes capitales mundiales del arte urbano. El ambiente callejero, gamberro y bohemio me dejó una profunda huella. Me marché a Berlín después de la ordenanza de civismo de 2006. Mi primera época de Berlín, estuvo marcada por muchos cuadros auto-referenciales, abundando en alusiones ligadas a experiencias personales en torno al amor y a la nostalgia. En poco tiempo y con la representación de Circleculture Gallery, presenté “Fighting Gravity” dónde reuní gran parte de mis obras de diez años de viajes, fotos, dibujos, pinturas y escritos. Me distancié de mi introspección inicial y mi segundo ciclo se abre cuando en el 2013 decido incinerar toda mi obra.
Como pintor me interesa el poder de las imágenes, porque resume toda la grandeza y miseria del ser humano. El lenguaje se apodera de uno. Me gusta la poesía que tiene un desarrollo lógico y al mismo tiempo despierta el epitelio de la sensibilidad. La poesía traza una identidad, recorre una senda, acumula sentimientos, viaja hacia el interior y se mira las manos para comprender que una de las señales es que somos frágiles y vulnerables. Vivo el hecho poético como necesidad; soy un lector continuo de poesía y en los largos periodos de sequía, saqueo los estantes de mi biblioteca para encontrar de nuevo aquellos poemas que han cimentado mi forma natural de ver la pintura.
Mis referentes son siempre poéticos. Todos. Desde Gilgamesh, el Mio Cid, Haikus, Nadaísmo, Zurich, Paris, Berlín, Apollinaire, Lorca, Neruda, lírica, épica, dramática. Whitman, Cernuda, Hernández, Machado, Salinas… ¡Ah pero la música me ha gustado más que la lectura!
Las obras de arte se sedimentan, caídas de viviendas para anidar extramuros, en la calle, en el silencio, en los sueños olvidados, desahucios, pieles rotas, edificios muertos, vidas pasadas, jarrones rotos, en los escombros de nuevas viviendas, incluso en mercadillos y sótanos. La vida, en realidad, es una calle donde dejamos y recogemos experiencias.
El papel y la madera, por su proveniencia orgánica. De una semilla, crece un árbol, que te da un lápiz, papel y una mesa. La sangre la pones tú. Pero realmente me interesan todos los materiales. En la ciudad serán los sintéticos y en el campo los orgánicos.
Corazonadas, valor, exigencia, empeño, golpe de gracia, brutalidad, heroísmo, sencillez, intolerancia y rebeldía. Todos los días hay varios momentos de impulso que nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace ser para poder transcender. El instante mágico es el momento en que sin mirar lo has hecho. Pero como bien decía Picasso, mejor que te pille en el estudio...
Si los ingleses son prevenidos, dicen de los alemanes que no tienen plan B. Yo no hago planes para la improvisación. Eso sería mear en la agua que estas a punto de beber.
El vacío. No pensar nada. No ver nada. Estar dispuesto…
Los azotes físicos y las calamidades de la naturaleza humana hicieron necesaria la sociedad. La sociedad se agregó a los desastres de la naturaleza. Los inconvenientes de la sociedad hicieron necesario al gobierno, y el gobierno se agregó a los desastres de la sociedad. Nuestra naturaleza es la que me inspira. Construir, levantar y destruirnos.
Solo hacia mí. Es mi correspondencia interna.
Sólo té diré que la ferocidad se define como crueldad y agresividad que muestran determinados animales, personas y cosas. La definición exacta es esta: "La ferocidad del tigre; sus ojos brillaron con ferocidad; pocas veces habrá podido mostrarse tan al desnudo la ferocidad de la condición humana como en este crimen; el volcán manifestó su ferocidad durante la erupción".
La vida moderna igual que el collage nos proporciona temas sobre los que pensar, pero no nos deja tiempo para hacerlo. Un cuadro debería crearse en el tiempo que uno mira un escaparate. Y el collage, te ofrece esa inmediatez.
2013 – Assess the Damages: roturas, rajas, agujeros y sietes emocionales.
2011 – The Birth of Tragedy: Romeo y Julieta. Desastre, calamidad, catástrofe.
2009 – Fighting Gravity: emancipación, rescate, libertad y huída.
2009 – Todas las obras de arte deben empezar por el final: creación y realidad subconsciente, onírica, imaginaria e irracional más allá de la realidad. Puro ejercicio surrealista.
Todo lo que no es eterno está eternamente revisado, descuartizado, revertido, re-empaquetado y vendido por el monstruo de la moda. Es un ejercicio artístico en si mismo, en cuanto a que ellos no lo vean va todo bien. La moda me da de comer. ¡Cuanto más me mofo de ella, más me pagan!
Esa etiqueta me la he impuesto yo. Para evitar otras como, artista, pintor, street artist, etc.
Sí, la realidad la invades de tu imaginario.... pues... ¡Voilà!
¿Qué sabe el pez del agua donde nada toda su vida?
Habla de las instituciones: la religión, la familia, el arte. Mis obsesiones: la luz, la pureza, la pintura, el sexo y la muerte. Utilizo motivos: un espejo, la sal, la ceremonia, la viudez, la máscara, el doble y figuras de estilo: primer plano, frontalidad, auto grabación, exteriores, sin maquillaje. Todos estos elementos determinan el marco físico y metafísico en el horizonte de este corto que ya estoy editando en Berlín.
A solas en el estudio soy alguien. En la calle nadie. Berlín es el circuito. Sus gentes, tranvías, arboledas, comida barata, bicis, caos, silencios, museos. Barcelona ya la viví, me enamoré y desenamoré. No cambian las ciudades, cambian los que las habitan.
Felis Silvestris, es un animal solitario cuyo territorio puede abarcar unos 2 km². Es de carácter esquivo, territorial, vespertino y nocturno, lo que dificulta notablemente su estudio. Muy arisco y agresivo, rehúye la presencia humana, por lo que es difícil de ver. Sin embargo, en la época de celo le gustan las discotecas, cafeterías, leer al sol, sentarse en un parque o esperar en los puentes...