La firma de joyas Pena Jewels y la multidisciplinar Anna Ponsa unen sus fuerzas y presentan el regalo perfecto para la mujer “delicada, moderna y nostálgica” que retrata la filosofía de Pena Jewels; mientras que Anna, bajo la influencia del arquitecto Carlo Scarpa, aporta una visión única basada en la relación con el agua y el respeto por los materiales de una ciudad como Venecia, donde Scarpa nació. Esta colección estará disponible online en la web de Pena Jewels y en la de la propia Anna a partir de mañana. Hablamos con ella para que nos cuente brevemente cómo nació esta colaboración.
En este proyecto te inspiras en el trabajo del arquitecto italiano Carlo Scarpa. ¿Por qué él? ¿Qué es lo que más te fascina de su trabajo?
Conocí su trabajo y trayectoria en la universidad. Más tarde, junto a un grupo de alumnos y mi profesor Jose Angel Sanz, fuimos a la Bienal de Venecia y conocimos la obra del arquitecto en la ciudad, y supuso todo un redescubrimiento. Después de haber viajado varias veces a Venecia, la vi con otros ojos, una mirada donde el detalle era muy importante. Cuando empecé la colaboración con Pena Jewels, sus referencias vinieron a mí sin pensarlo. La verdad es que hay muchas cosas que me gustan de su trabajo: su estilo, el respeto por la arquitectura del pasado, el mimo por los detalles, el uso de los materiales, su relación con el agua. Sin duda, un personaje único.
Eres estudiante de arquitectura en Barcelona. ¿De qué forma complementas estos conocimientos con tu interés en el mundo de la moda? Y, más concretamente, con este proyecto con Pena Jewels.
La arquitectura es algo totalmente vocacional. Aunque ahora, por trabajo, haya hecho un parón, me acompaña siempre. Eso es inevitable cuando algo te fascina. Soy de las que creen que las disciplinas se relacionan entre ellas y pueden convivir en armonía. Ha sido muy fácil usar referentes en el mundo de la joyería. En el fondo, todo es diseñar y construir.
¿Qué es lo más característico o definitorio, estéticamente hablando, de este proyecto? Si tuvieses que describirlo para que la gente pudiese visualizarlo, ¿cómo lo harías?
El proyecto habla claramente de arquitectura, de Carlo Scarpa, de los detalles, de mí. Se ha llevado a cabo con la ayuda de Pena Jewels y todos los colaboradores, y eso es también algo que creo que la colección transmite: el trabajo en equipo.
Cuéntanos un poco cómo ha sido el proceso creativo que has seguido: ¿siempre tenías alguna idea en la cabeza? ¿El resultado ha sido como imaginabas, o mejor todavía?
El resultado es mucho mejor de lo que me pensaba. Empezamos la colaboración con Pena Jewels sin esperar nada en concreto. Sí que es verdad que la referencia de la arquitectura estuvo presente desde un primer momento. Trabajar con ellas ha sido muy sencillo; todo ha surgido de forma natural, sin pretensiones. Con los meses, amigos como Silvia Conde o el estudio Naranjo-Etxeberría se han unido. Además, Première Classe se interesó por el proyecto, ya que nació durante mi visita a la feria el año pasado, nos pidieron más información, y ahora ya puedo decir que voy a estar allí en la edición de enero con algunas sorpresas. Ser la primera invitada por la feria es todo un honor que asumimos con humildad y mucha ilusión.
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