“La sensación de libertad, explorar nuevos lugares, la atracción por lo desconocido… lleva a la imaginación de historias misteriosas, personajes, erotismo, diversión, melancolía”. Todas estas experiencias y sensaciones forman parte del imaginario de Andree y Demian cuando se colocan detrás del objetivo para contarnos una historia a través de sus fotografías. Influenciados por su pasado, crean una imagen pictórica y hasta cinematográfica donde muchas veces se difuminan los límites entre lo real y lo irreal. Y es que ellos no solo cuidan al máximo su fotografía, también tienen una forma muy característica de componer sus trabajos, disponiendo las fotos de una forma especialmente armónica y siempre dejando espacio para los pequeños detalles.
¿Qué hizo que un argentino y una portuguesa terminasen en Barcelona con un proyecto en conjunto como Andree & Demian?
Todo surgió de una forma muy natural. Nos conocemos desde hace tiempo, pero fue en 2013 cuando empezamos a compartir, además de una buena relación de amistad, ideas, proyectos, viajes… Andree & Demian supone para nosotros una manera de evolucionar, una necesidad de experimentar y crear, fusionando culturas, vivencias, sentimientos y personalidades.
¿En qué medida influye vuestro carácter multicultural y vuestros orígenes en vuestra fotografía?
Andree: Influye mucho y está siempre presente en nuestro trabajo. La mentalidad cerrada y machista propia de la cultura portuguesa me llevó a una búsqueda de libertad de expresión, a liberar el tabú sexual y a la necesidad de expresar el erotismo.
Demian: Mi familia es de origen italiano por parte de padre y española del lado materno, y esto ha influido mucho en la idea de vivir fuera de mi país. Además mi padre era fotógrafo y desde pequeño jugaba entre sus cámaras y libros de fotografía. El cine, la pintura y el arte en general siempre estuvieron muy presentes en casa, y creo que todo esto ha hecho que desde muy temprana edad fuese una persona muy soñadora.
Ambos tenéis amplios estudios en fotografía, iluminación e incluso cinematografía. ¿Creéis que es importante una buena formación académica en estos tiempos en los que parece que todo el mundo ha nacido con una cámara debajo del brazo?
Andree: Lo cierto es que una cámara digital facilita mucho la vida al fotógrafo que se está iniciando, pero realmente la base y lo interesante es saber manejar y conocer una cámara manualmente. Mi primera cámara fue una Zenit, completamente manual, ¡hasta el fotómetro era con aguja interna! Hay que tener en cuenta que la foto final va mucho más allá: es la combinación de lo que se está fotografiando y lo que quieres enseñar acompañado de un buen clic.
Demian: Creo que es muy importante tener una buena formación y una base sólida, es una manera de tener más herramientas para afinar lo que quieres y lograr el resultado buscado.
Para el que observa vuestras fotografías, ¿cómo os gustaría que percibiese vuestro estilo?
Pictórico, cinematográfico, intrigante, misterioso, poético, impulsivo, como una ilusión entre lo real y lo irreal, dentro de un ambiente que ayude a contar y situar esa historia imaginada y creada. Estamos en un proceso de evolución donde cada día afinamos y definimos más nuestro estilo.
Ambos desde niños crecisteis dentro de un entorno artístico, en el caso de Andree la pintura y en el de Demian el amor a la fotografía. ¿Qué relación mantenéis con otras ramas artísticas fuera de la fotografía hoy en día y en cuales encontráis mayor inspiración para vuestros proyectos?
Andree: Estudié bellas artes y me gustaba dibujar, la mezcla de colores y las diferentes técnicas, pero siempre buscaba terminar en el mismo día lo que había empezado. Era como que ese deseo del momento que me había imaginado no se había realizado mientras no estaba terminado y una vez finalizado sentía un gran alivio. Fue entonces cuando empecé a darme cuenta que con la fotografía podría lograr más rápido el resultado de la historia final. Aún tengo momentos de inspiración para dibujar, pero prefiero aplicarlos a la fotografía y desarrollar proyectos más artísticos fusionando diferentes técnicas.
Demian: El cine es una de mis mayores fuentes de inspiración, de hecho estudié dirección cinematográfica en Buenos Aires antes de dedicarme plenamente a la fotografía.
Vuestro trabajo se ha publicado en revistas como Glamour, Esquire, TenMag, Fucking Young, Simply Mag, Contributor y un largo etcétera. ¿Cómo llegaron estas colaboraciones y que diferencias encontráis entre trabajar con publicaciones más establecidas y comerciales, y las nuevas publicaciones más independientes y generalmente con un enfoque más artístico?
Se logra después de años de trabajo, desarrollo personal y persistencia, y sobre todo creer y confiar en nuestro trabajo fue lo que nos permitió poder llegar a determinadas cabeceras. Todo lo que sea comercial siempre está más restringido y atado a unos parámetros determinados, al final la moda no deja de ser una industria. Todo lo que sea artístico te da la libertad de crear lo que quieras, lo que sientes, y donde el único límite es hasta donde lleguen tus sueños.
¿Cuál creéis que es el papel de un fotógrafo de moda hoy en día? ¿Por qué pensáis que la fotografía ha sido una manifestación artística que ha suscitado gran interés a lo largo de la historia?
Andree: La fotografía de moda hoy en día es un trabajo arduo y ha de ser innovador. No es solamente hacer clic, realmente hay una gran labor de comunicación, marketing, planificación, producción, organización de equipo, para que se puedan ver resultados positivos. A través de la fotografía se puede retratar un momento y congelarlo para siempre, y eso en sí resulta muy atractivo. Supone revivir un instante que jamás será igual, ¡se convierte en algo único e irrepetible!
Demian: La fotografía ha evolucionado mucho, es un medio de expresión, una manera de narrar, de experimentar y transmitir a través de una imagen un sentimiento y una sensación.
Cuando estáis planificando una sesión, ¿lo organizáis todo de antemano o dejáis espacio para la improvisación?
Para cada sesión lo planificamos todo de antemano, ya que en la mayoría de los casos son proyectos o ideas que venimos elaborando con tiempo, pero la improvisación – siempre que sea acorde con el concepto que se está trabajando – también forma parte de la creación, es todo un proceso creativo.
¿Trabajáis con cámaras analógicas o solamente en digital?
Trabajamos más con cámaras digitales por la rapidez de los resultados, aunque para proyectos más artísticos también usamos analógica. Al final, no importa la cámara, sino lo que tú seas capaz de hacer con ella, la cámara no hace al fotógrafo.
Al ser ambos fotógrafos, ¿cómo os soléis distribuir el trabajo en cada proyecto?
Se produce todo de una manera muy natural y sin demasiadas reglas. Cada proyecto lo elaboramos en conjunto. No tenemos un rol específico, aprovechamos las aptitudes que tiene cada uno para desarrollarlo de la mejor manera y llegar a un resultado con el que ambos nos sintamos identificados. Justamente, esa es la base y esencia de nuestra fotografía.
¿Qué creéis que es necesario hoy en día para poder hacerse un hueco dentro del competitivo mundo de la fotografía de moda?
Andree: Ser insistente, persuasivo, activo y sobre todo, ¡seguir tus sueños!
Demian: Creo que lo principal dentro de la fotografía, tanto en moda como en otros ámbitos, es ser sincero y real con lo que buscas, y sobre todo creer en ti mismo, perseverar y desarrollar tu propio estilo, tu esencia, eso es lo que te llevará a ser auténtico.
¿Dónde y con quién sería la portada soñada de Andree & Demian?
Andree: París / Numéro Magazine / Saskia de Brauw.
Demian: Hay muchas portadas que me encantarían: Love, Numéro y Vogue Italia principalmente. ¿Con quién? Tilda Swinton, Amber Valletta, David Bowie, Willem Dafoe...
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