Y es que Àlex parece tener una de esas almas antiguas y sabias, con la fortaleza suficiente para contemplar su propio reflejo e indagar en él, sin asustarse por aquello que descubre; todo lo contrario. Puede que ese sea el secreto para lograr ser un gran actor, el poderse mirar al espejo y reconocerse. ¿Acaso no se trata de eso?