De algunas no, de otras sí. Con
Aitana hemos quedado para pintar juntos en mi casa, es encantadora.
La verdad es que no busco aprobación en esas figuras. Hay un paralelismo con mi manera de entender la música. Yo me crié escuchando y haciendo rap, para producir un beat sobre el que rapear buscábamos inspiración en otros discos, robábamos trozos de canciones, hacíamos un loop y añadíamos un bombo y una caja y se hacía alquimia. Así nació el rap. Me di cuenta de esto viendo las colecciones de Virgil Abloh, en paz descanse. Él cogía cosas de la calle como carteles o señales o de museos, incluso intervenía sudaderas Champion. Virgil ha cogido porciones ropa y con eso ha hecho moda. Tengo una camiseta suya para Louis Vuitton que está por fuera todo lo que normalmente no se ve, las costuras, las etiquetas… Cuando lo vi, enseguida me vino a la cabeza esa entrevista a 2pac, en la que explicaba que él hacía música para mostrar lo que no se ve. A los medios no les interesaba mostrar la realidad que vivían en esos barrios.
Me gusta pensar que yo también cojo porciones para mis ilustraciones cuando la inspiración llega a través de redes sociales.