La belleza que crece en el Montseny en Alex Carro la recogen, la miman y la envasan en forma de cremas y lociones. Volviendo a las raíces, a los orígenes, creando productos artesanales que respetan las propiedades y aromas de sus materias primas, 100% naturales. Alquimia artesana y unisex. Hablamos con Alex Nodes, creadora de la marca de cosméticos que desde Barcelona propone una revolución basada en tratamientos faciales y corporales básicos y exclusivos. Cuando cuidarse sí es un estilo de vida.
Soy lingüista e historiadora de formación. Hace cinco años me mudé a Barcelona, y poco tiempo después, decidí emprender mi proyecto personal. Ofrecer al mercado cosmético un tratamiento natural, exclusivo, honesto y eficaz, concibiendo productos sensoriales de alta calidad, donde tanto el interior como el exterior dialoguen entre sí. Todos los productos de Alex Carro nacen en la mesa de mi cocina. La aromaterapia siempre ha formado parte de mi vida, y es mi fuente de inspiración. El nombre de la firma es una composición de mi nombre Alexandra, Alex, que representa lo unisex y Carro, el apellido de mi abuela gallega, ligado a los recuerdos de mi infancia cuando pasaba largos veranos en Galicia conviviendo con la naturaleza.
Queremos que tanto a mujeres como a hombres les resulte placentero cuidar su piel. La firma se enfoca en recuperar el lujo de lo esencial, la calidad de los ingredientes, 100% naturales y artesanales, la innovación sensorial y una estética creativa y relevante a la altura de nuestros tiempos. Alex Carro representa un estilo de vida, un sueño y un proyecto a largo plazo.
Pienso que hoy en día vivimos demasiado rápido. Es fundamental poder combinar la vida diaria de la ciudad con los pequeños placeres que nos permiten reconectar con esa experiencia de darnos un momento para nosotros mismos. Considero que es lo más sincero que hay. A través de nuestros productos queremos brindar esa esencia de volver a los orígenes dedicándonos a nosotros mismos en un ritual de belleza sencilla.
Mi idea desde un principio fue crear productos tanto para hombres y mujeres, productos que todos en casa puedan usar. Esta visión de estilo de vida es importante tanto en hombres como en mujeres. En casa teníamos esta necesidad, mi marido usaba mis productos y me gustaba la idea de poder compartir productos con ingredientes eficaces y de alta calidad con él. De ahí surge la idea.
Hoy en día somos más cuidadosos con lo que comemos, por lo que también tendríamos que tener mayor respeto hacia nuestra piel. La naturaleza nos provee de todo lo que necesitamos para mantener una piel hermosa y sana. Disminuir el nivel de químicos es una forma distinta de ver la belleza. Los productos naturales contienen mas ingredientes activos, los cuales tienen a su vez más impacto positivo sobre la piel, ayudando a que éstos realicen mejor su función.
Con sede en Barcelona, la creación de los productos se inspira en la riqueza de los extractos de plantas y de las diferentes especies de los bosques que conforman una pequeña finca de 200 años de antigüedad ubicada al pie del parque natural del Montseny, donde el equipo y yo podemos empaparnos del placer y el beneficio que proporciona pasear por un bosque de pinos y eucaliptos sintiendo la tierra húmeda bajo los pies, dormir la siesta bajo la sombra de una preciosa higuera, relajarse leyendo un buen libro en un jardín inglés repleto de rosas que te embriagan con su aroma… o encontrar romero, tomillo y lavanda creciendo entre las grietas de rocas escarpadas cerca de unas ruinas abandonadas. Ese es el principal foco de inspiración. Cada producto que concebimos se elabora de forma totalmente artesanal en un pequeño laboratorio a las afueras de Barcelona.
El cupuaçu. Es un exfoliante que proviene de la corteza de un árbol tropical relacionado con el cacao, el cual proviene de Brasil, optando así por una fuente sostenible y orgánica. Lo que me enamora de este material es su efecto exfoliante, que proporciona suavidad y no irrita la piel, y tiene una textura y un color muy apetecible. El cupuaçu lo encontramos como ingrediente principal en uno de nuestros productos, el Detox Body Scrub (Exfoliante Corporal Detox).
La aromaterapia siempre ha formado parte de mi vida y es mi principal fuente de inspiración. Desde pequeña recuerdo que mi madre llevaba manzanilla de una pequeña aldea de Galicia a Londres, preparaba una infusión y se la aplicaba a su cabello para darle tonos dorados. Pero fue a los 18 años cuando junto con dos amigas de la Universidad nos inscribimos a un curso de aromaterapia y a partir de ahí empezó todo. La aromaterapia siempre ha estado a mi lado todos estos años, iba leyendo, experimentando y aprendiendo. Yo misma preparaba pequeños frascos de aceites esenciales para llevar en el neceser cuando viajaba. La primera fórmula que creé en una versión muy rudimentaria, fue la del aceite facial. Recuerdo haber comprado varios aceites, uno de los ingredientes principales era de rosa, y estaba completamente cautivada por su aroma. Desde aquel momento empezaron mis experimentos (risas).
Nos hemos basado en una imagen clásica e atemporal, algo que va mas allá de la moda, usando materiales de gran calidad, todo con un toque muy cuidado. Nuestros frascos están hechos de cristal topacio, su color protege las fórmulas de los rayos ultra violeta, ayudando a conservar las propiedades y aromas de los productos. El cristal no tiene un acabado “perfecto”, esta característica lo vemos como un valor añadido. Los tapones de Bakelita van en armonía con el diseño por su toque retro.
Primero imagino lo que quiero crear, por ejemplo un aceite facial, preguntándome por su verdadera función, siempre pensando en su textura y olor, y después empiezo a mezclar diferentes ingredientes que combinen perfectamente entre sí. Una vez concebida la idea, lo llevo al laboratorio para perfeccionar la fórmula donde hacemos una cata olfativa de aceites esenciales y probamos varias versiones de cada aceite para encontrar el toque olfativo perfecto para ese producto. El objetivo principal es encontrar la materia prima de mayor calidad para cada uno de los productos. Finalmente, llevamos a cabo los test de estabilidad y la parte técnica para ofrecer un producto seguro a los consumidores.
Efectivamente existe un componente espiritual. Cada planta tiene sus características principales. Mi intención es que al utilizar nuestros productos cada persona pueda crear una conexión individual a través de una experiencia usando la esencia de las plantas. Es algo inesperado, es como entrar en un jardín durante diferentes épocas del año.
Estamos investigando constantemente sobre nuevos ingredientes para desarrollar otros productos y así poder añadirlos a nuestra línea de cosmética natural.
Pienso que hay demasiados productos en el mercado, mucha mediocridad en el sector, y existe una necesidad de transparencia a nivel de ingredientes.