Alejandra es una naturalista convencida quien a los veintiún años decidió irse a dar la vuelta al mundo en contra de la opinión de su familia. Hoy considera que fue una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida. A partir de ese momento comenzó una búsqueda personal para conocerse mejor que derivó en un cierto inconformismo hacia lo conocido y la comodidad. A su regreso a Barcelona, se apuntó a un curso de jardinería, aprendió el oficio, más tarde amplió estudios en Londres y allí le ofrecieron un buen trabajo que rechazó.
Había decidido que volvía a España convencida de que tenía mucho que hacer aquí. Ahora está instalada en el Ampurdán para ver de cerca el ciclo de las estaciones y poder cuidar su propio jardín. El escritor francés François Mauriac, escribió: “Los lazos que nos unen a una casa, o a un jardín, son del mismo orden que los del amor.” Alejandra lleva más de quince años diseñando espacios para que la naturaleza entre en ellos.
Asilvestrada es su bastión, su sello y su herramienta imbatible para que, de una vez por todas, los urbanitas creemos lazos con el mundo vegetal.