¿Es correcto que un hombre cis heterosexual interprete a un personaje homosexual? Es la pregunta (sin una aparente respuesta correcta) que muchos nos hicimos esta semana tras escuchar que el presentador y actor británico James Corden recibió una nominación a los Globos de Oro por su interpretación de una persona gay en The Prom. También es una pregunta que surgió mientras conversábamos con el conocido y abiertamente gay actor español Alberto Velasco con motivo del lanzamiento de su nuevo libro, Pobre, gordo y maricón.
Aunque es conocido por su participación en series como Vis-a-vis, Madres o más recientemente en By Ana Milán (cuya segunda temporada grabará este año), Alberto es mucho más que un actor, Alberto es la definición de lo que viene siendo un artista todo terreno: actor, bailarín, director y activista. Ahora, suma escritor a su currículum gracias a el lanzamiento de su primer libro: Pobre, gordo y maricón con la editorial Marli Brosgen. El libro es una colección de escritos donde incluye relatos de su vida, poesía, mensajes de Whatsapp y hasta el guión de su nuevo cortometraje El rey de las flores, ya filmado y que verá la luz este año. A través de su historia, nos invita a olvidarnos de los patrones de bellezas imposibles que se nos han impuesto toda la vida, y a aprender a querernos tal y como somos.
Tu libro se llama Pobre, gordo y maricón, ¿con qué otros tres adjetivos crees te definirían tus amigos?
Leal, divertido e inconsciente. Porque yo me lanzo a las cosas con mucha fe y mucha inconsciencia, que es lo que me hace estar en sitios que a priori me dan miedo, o dónde no me siento cómodo y me retan.
2020 será recordado como uno de los peores años en la historia, ¿tienes alguna memoria positiva de ese año?
La pandemia pesa demasiado. Pero sin duda, el reencuentro con los amigos cuando nos dejaron salir de la cuarenta. Ese primer reencuentro con las mascarillas y los guantes. Se me ponen los pelos de punta de acordarme, fue muy emocionante.
¿Cómo surge la oportunidad de escribir el libro y por qué sentiste que era importante contar tu historia?
Yo no me imaginaba jamás que este año iba a terminar escribiendo un libro, pero la editorial se interesó por mi mezcla de artista y activista que presento en las redes. Cuando me reuní con ellos fui muy honesto, y les dije que las cosas que tenía escritas eran más para teatro y cine, o poemas que había escrito en momentos en los que me había venido arriba para desahogarme. Presenté todo y les encantó la mezcla porque me representaba. Se ve muy bien el camino de desaprendizaje que hace una persona, por lo menos hasta el momento en el que estoy ahora.
¿Cómo te ha cambiado como persona el proceso de escribir el libro?
Al final te cambia mucho, tanto en la forma de ver la vida como en las pequeñas cosas del día a día. Cuando te sientas a escribir te estás enfrentando a ti mismo, a tu manera de ver el mundo, a tus traumas, dolores, decepciones e ilusiones. Y todo eso se te devuelve multiplicado por diez. Es un viaje hacia dentro, que a la vez es un viaje hacia afuera, es como un diálogo circular. Y te va modificando un montón de cosas. Para nada soy la persona de hace dos años, pero tampoco soy la persona que era hace tres meses. Vamos evolucionando.
¿Qué es la belleza para ti y dónde la sueles encontrar?
Para mí la belleza es inherente a la existencia del ser humano. Está en todas partes, solo que nos han enseñado que es una cosa que no existe. Me explico, yo he tenido que aprender a ver la belleza en todo, a pesar de que la sociedad y la historia me decía que ahí no existía la belleza, y que estaba en otro sitio. Cuando te das cuenta que la belleza es una cosa totalmente subjetiva, es cuando eres capaz de encontrar la belleza en todo. Es inherente a la vida, a la honestidad y al día a día. Obviamente, si hablamos de tipologías corporales, la belleza está en todas ellas solo por el hecho de existir. Todo es hermoso.
Nos meten en la cabeza unas plantillas inamovibles de lo que ha de ser y hacia dónde te tienes que dirigir, y eso solo trae dolor. Porque eso es inalcanzable, una fábula: es mentira. Entonces pasas toda tu vida buscando unos patrones estéticos que no existen, que solo te traen frustración. Cada parte de la vida tiene su belleza.
En tu libro hablas un poco del bullying que has sufrido por ser diferente, ¿crees que serías la misma persona si no hubieses vivido esas experiencias tan incómodas?
Mi camino hubiera sido otro. Siempre me da muchísimo miedo romantizar con el bullying, esto de decir cosas como, gracias a haber sufrido esta mierda ahora soy mejor persona o artista. No. El bullying y la violencia es una mierda que ninguna persona tiene porqué pasar. Estoy convencido que llegaríamos a obras de arte maravillosas sin necesidad de tener que pasar por esa mierda. Y esto te lo puedo decir ahora que tengo 37 años. Pero, ¿cómo le explicas esto a un chaval que ahora solo quiere escapar? Además es que siempre ponemos la atención en los que recibimos la violencia y en cómo salir de ahí, en vez de en los que la provocan. Eso es un error enorme.
En los últimos años hemos visto el movimiento body positive surgir en las redes sociales, ¿Qué ha significado para ti?
El body positive ha sido un encuentro con gente en todo el mundo que ha necesitado validarse a través de la belleza para tener un sitio en el mundo. A mí es lo que me ha ayudado para estar aquí. Es un reencuentro con tu cuerpo. Si uno necesita validarse desde la belleza me parece guay.
Sin embargo, dentro del colectivo LGBTQ+ parece que el body positive no existe, la gordofobia siendo unas de las discriminaciones más comunes. ¿Por qué crees que sucede esto?
Yo creo que vamos muy adelantados en algunas cosas, mientras que en otras vamos visiblemente retrasados con esta manía que tenemos en parecernos al heteropatriarcado, de intentar emular todos sus patrones y hacerlos en nuestro colectivo, cuando no somos lo mismo ni tenemos porqué serlo. Tenemos que encontrar otras vías.
Con la gordofobia pasa un montón, igual que con el racismo y el clasismo que se ve en todas las redes sociales como Grindr o Scruff. Además es que se han convertido en herramientas diarias de conocer personas, y más ahora durante la pandemia que no puedes quedar con nadie. Y es fuerte que la gente ya pone, “No fat, no Asian, no pluma…” ¿Esto qué es? Ya recibes una violencia tremenda. Luego está lo contrario, que a mí también me genera violencia, que es el fetichismo de “solo gordos” o “solo asiáticos”. Eso para mí es igual de violento porque me estas cosificando. ¿Solo te interesa que tenga cuerpo gordo? Me genera conflicto. Al final el fetichismo y la gordofobia son dos caras de la misma moneda. Es un problema muy grande que tenemos que poner sobre la mesa.
¿Cómo ves la representación del colectivo LGBTQ+ en los medios españoles? ¿Qué crees que hace falta para que mejore?
Hay un informe elaborado por El Observatorio de la Diversidad Audiovisual que sigue los pasos de GLAAD en Estados Unidos y que analiza cuáles son los papeles de ficción, y dentro de esos, cómo se trata a la comunidad LGBTQ+. No sabes lo horrible que es. El estudio se hizo en 2019, y es vergonzoso que, de los miles de papeles de ficción, sólo el 5% eran del colectivo. De los cuales, el 90% eran hombres gay, de los cuales solo había dos personajes trans, de los cuales, hechos por mujeres trans solo uno. Ni la intersexualidad, asexualidad o bisexualidad están representadas, y cuando lo están son visualizadas bajo la perspectiva de un hombre heterosexual.
Está claro que esto no está funcionando bien. Nos están representando sin contar con nosotros. Contando historias del colectivo pero sin contar con el colectivo para contarlas. Así que siempre que salimos en pantalla estamos hechos como clichés, un saco de ideas preconcebidas. Se tiene que contar con nosotros en la creación, que haya gente del colectivo tanto delante como detrás de la cámara es necesario para mejor representación.
Está claro que esto no está funcionando bien. Nos están representando sin contar con nosotros. Contando historias del colectivo pero sin contar con el colectivo para contarlas. Así que siempre que salimos en pantalla estamos hechos como clichés, un saco de ideas preconcebidas. Se tiene que contar con nosotros en la creación, que haya gente del colectivo tanto delante como detrás de la cámara es necesario para mejor representación.
Como actor es parte del trabajo transformarte en otra persona, ¿Desde tu punto de vista, ves algún problema conque haya actores cis heterosexuales interpretando personajes gays o transexuales?
Sobre todo, que ocurra en situaciones donde tu condición sexual te aparta del camino para representar un papel. Me parece muy mal en el momento en el que estamos. Por muy actor que sea, no puede ser que un actor cis interpreta a un personaje trans cuando hay actores y actrices trans que no tienen posibilidad de acceder al mercado laboral.
Sobre la condición de género, vamos teniendo menos problemas. Lo veo más diluido y me hace muy feliz. Pero en el caso específico de las personas trans, no es el momento de que los actores nos pongamos estupendos diciendo que hemos venido para crear y estar disponibles para contar todo tipo de historias. La realidad es que el colectivo trans tiene un 95% de paro, y en nuestra profesión se agrava más todavía. Tenemos que ser solidarios.
Sobre la condición de género, vamos teniendo menos problemas. Lo veo más diluido y me hace muy feliz. Pero en el caso específico de las personas trans, no es el momento de que los actores nos pongamos estupendos diciendo que hemos venido para crear y estar disponibles para contar todo tipo de historias. La realidad es que el colectivo trans tiene un 95% de paro, y en nuestra profesión se agrava más todavía. Tenemos que ser solidarios.
¿Hay algún rol que no hayas hecho aunque te gustaría hacer?
Esa es una pregunta muy divertida. Lo que más me gusta son personajes villanos chungos. Son los que más me divierten. Como de mentalidad perturbada. Desde que vi 30 Monedas de Alex de la Iglesia se me ha metido en la cabeza que me encantaría hacer terror, bien de sangre y bien de vísceras.
Has grabado un corto recientemente, cuéntanos un poco de qué va y cuándo lo podremos ver.
Se llama El rey de las flores. El guión está incluido en el libro y es la primera vez que hago un cortometraje escrito desde mi experiencia personal. Está basado en mi infancia, en el pueblo donde de pequeño bailaba jotas y folklore popular, y recibía violencia. Y va sobre en qué se transforma esa violencia. Ha sido muy bonito volver a mi pueblo, en Valladolid, a grabarlo. El ayuntamiento nos dejó las salas donde aprendí a bailar. Se me removieron muchas cosas. El equipo ha sido genial, y la producción impecable. El protagonista es un niño que se llama Jaime García, es su primer papel importante, luego trabajó con Esperanza Guardado y Jose Luis Ferrer. Ahora está en montaje, y a mitad de febrero ya estaría camino a festivales.
Por último, te has convertido en un referente gay para muchas personas, ¿cómo te hace sentir?
A mí me entra la risa porque soy un señor lleno de defectos y de miedos. Digo, por favor, que nadie me tome como referente porque le va a ir muy mal en la vida, me da mucho pudor. Lo que sí es verdad es que me hace ser consciente de la responsabilidad que tengo, sobre todo a través de las redes. Procuro tener mucho cuidado, y que lo que diga siempre sea para crear un mundo mejor para todos.