El próximo 4 de julio promete ser una fecha especial para los curiosos del arte: en Barcelona, un sitio tan fascinante como el Palau Zuriaga, situado en el Born, abre sus puertas. Y es que el artista Joan Zuriguel presentará a la vez su último proyecto y su página web. Un evento que pretende huir del circuito convencional del arte, implicar al público y hacerlo disfrutar acompañado de jazz y buen vino.
Joan empezó estudiando arquitectura, y sin embargo ha acabado siendo artista y ebanista carpintero. Le gusta trabajar con la madera, moldearla, sacar el máximo partido a sus cualidades, descubrir la dureza de la materia prima y crear objetos con personalidad. ¿Su lema? “Pensando a mano”, tal y como revela su recién estrenada página web. Por suerte para él, dispone del lugar perfecto para hacerlo: su casa y a la vez taller, el Palau Zuriaga, equipado con dos salas para trabajar y otra para exponer. ¿Que por qué necesita tantos espacios? Pues porque los comparte con otro artista, su hermano Agustí. Ambos viven bajo el mismo techo, y han adaptado y equipado su residencia para poder desarrollar su obra con total libertad, sin límites ni reglas. No obstante, cada uno trabaja de forma individual porque, según Joan, “somos polos opuestos. El Palau nos permite desarrollar nuestras obras de manera totalmente individual, nunca descartamos poder crear una sinergía pero hasta la fecha no ha ocurrido. Ambos somos muy críticos con nuestro propio trabajo.” Su idea, de hecho, es poder crear un espacio cultural y abrirlo a otros artistas.
Hasta ahora, las obras del artista de la madera han sido estáticas. Las podremos descubrir al detalle a través de una exposición fotográfica que corre a cargo de Fernando Ramos. Pero además, la pieza que presenta por primera vez este sábado es la evolución de todas ellas, un proyecto a modo de instalación que combina luz, aromas y sonido. De hecho, los ritmos de jazz vendrán de la mano de Carola Ortiz. “La música comparte un diálogo con mi obra producida hasta el momento. La nobleza es el ingrediente predominante en cada una de estas obras, y qué mejor que acompañarlo con una voz y unos instrumentos tan nobles y tradicionales”.
Sus ideas parten siempre del papel, para evolucionar luego a maquetas a pequeña escala desde las que realiza los ajustes que conducen, por fin, a la construcción de la obra. “Mis preferencias van en una dirección muy distinta a la de las galerías convencionales. Prefiero crear con libertad, sin pasar por filtros ni aprobación de terceros. La interacción de mis obras debe ser directa con el público, y qué mejor sitio que mi propia casa”. Así pues, solo nos queda esperar a que llegue mañana para asistir a una de las experiencias más especiales que se celebrarán en la ciudad.
