La gastronomía local
Qué decir sobre esto que no se haya dicho ya. Comer en Santiago es un placer. Y beber también: albariños, ribeiros, mencías deliciosos, licor café, orujo… Cuando se da la combinación entre arte y gastronomía (pienso en el festival de cine de Donosti, por ejemplo) la experiencia no puede ser más plena.